10 abril 2012

Reflexión: Pascua, la renovación de una esperanza viva.



Publicado por Vida Nueva
A la par de los levantes de la Aurora, cuando rompe el día, alborada de esperanza y con esa certeza que da el mañana, asoma la esperanza en medio del dolor y del sufrimiento, en medio de la noche oscura. Valga la metáfora tan metida en el simbolismo litúrgico y en la vida de la Iglesia. No es sueño ni quimera. Es carne viva. La Pascua es viva y actual. La Pascua es alborada de esperanza. La Iglesia se alegra y celebra la vida que nos regala el Crucificado que vive con sus llagas y sus heridas aún abiertas. No hay Resurrección sin antes un Viernes Santo. Y no es soflama que evada del hoy, sino aliento que marca el mañana. En esta Pascua, el cristiano busca aliento y mañana sin ocaso. En estos días contemplamos las llagas del dolor en la miseria y sufrimiento de la Humanidad. No somos ajenos ni estamos ciegos. Por eso, este año debemos reactivar la esperanza. Una Pascua en la que ha de reverdecer con fuerza la mirada abierta.
Bien lo cantaba Machado en su poema Al olmo seco encontrado en los campos de Soria: “Al olmo viejo, hendido por el rayo/ y en su mitad podrido,/ con las lluvias de abril y el sol de mayo/ algunas hojas verdes le han salido. (…) olmo, quiero anotar en mi cartera/ la gracia de tu rama verdecida./ Mi corazón espera/ también, hacia la luz y hacia la vida,/ otro milagro de la primavera”. Hay que luchar para que no pierda el alma y para que la persona recupere su dignidad, que han robado y anulado  los poderes del tener, el poder y el saber. Sigue leyendo...