23 septiembre 2012

Recursos para la Catequesis: Jesús está a nuestro lado


Para la reflexión personal del catequista
Jesús no necesitaba bautizarse, sin embargo fue al río Jordán, donde los hombres le pedían a Juan el Bau­tista que los bautizara. Una vez más, se puso del lado de los hombres que sufrían y acudían al desierto a escuchar una palabra de consuelo para sus pecados.

Juan da testimonio de que Jesús es el Hijo de Dios, escuchaba su palabra , conocía sus designios, estaba despojado de todo lo superficial y reconoció quien era Jesús.
Esta tarea, de descubrir a Jesús tiene que ser una actividad permanente en la vida. Para los catequizandos es difícil descubrir a Jesús en el otro, en el compañero, en sus padres...
Los catequizandos, sobre todo los más pequeños, confunden al catequista y con la figura Jesús.
Los más grandes creen que el catequista, o las religiosas o religiosos, deben ser perfectos y hablar sólo de Jesús. Es importante saber qué es lo que significa para los catequizandos el mismo  catequista. No es un profesor más, tiene una exigencia mayor, de dar testimonio con la pro­pia vida.
Lamentablemente, muchos adultos han unido su ex­periencia de Jesús con la formación que recibieron en la escuela que no fue buena, y se alejaron de él por no poder separarlos.
 ¿Damos testimonio, como Juan, de que Jesús es el hijo de Dios? ¿Tenemos esa actitud de desprendimiento que nos permite reconocerlo a nuestro lado? ¿Lo reconocemos en nuestros catequizandos?
Hay que  preguntarse si uno es  verdadero testimonio de la presencia de Jesús; aun en esos lugares en dónde no se habla de él; si  hace vida aquello que se predica, si sinceramente  reconoce a Jesús en su propia vi­da y los demás lo reconocen en uno.
Es importante reconocer a aquellas personas  que muestran a Jesús con sus vidas, aun sin nombrarlo, -tanto grandes y pequeños-  para poder  dar gracias y ayudar a los catequizandos a que reco­nozcan en ellos a Jesús.
 
Para trabajar con los catequizandos
En este caso, señalamos dos posibilidades de acuerdo con el mensaje.
MensajeJesús está a nuestro lado podemos reco­nocerlo en quienes nos rodean.
Edad: A partir de los diez años.

Desarrollo de la dinámica
• Buscar en diarios o revistas situaciones o personas en las cuales reconocemos la presencia de Jesús.
• Realizar el Rompecabezas bíblico.    
 
• Leer el texto del Evangelio y comentarlo:
- ¿Qué relación había entre Juan y Jesús?
- ¿A quién reconoce Juan en su primo?
 - ¿Qué afirmaciones hace de Jesús?
• Internalización:   
- ¿Cuándo reconozco a Jesús en mi vicia?
- ¿Jesús se hace presente en medio de nosotros?
- ¿En qué personas reconocemos la presencia de Dios?

 
Desarrollo de la dinámica. 
 
Mensaje: Jesús asume plenamente su condición hu­mana. 
Edad:  A partir de los doce años.

Desarrollo de la dinámica
• Para realizar con anterioridad -: pedir a los catequizandos que pregunten en su casa por qué fueron bautizados y que escriban la respuesta -pedirla por escrito no es Un capricho, sino la manera de retener expresiones originales. Si los participantes del encuentro expresan oralmente lo que recuerdan se puede perder la riqueza de los comentarios que hagan en el hogar-.
• Poner en común las respuestas. Seguramente apa­recerán respuestas que están relacionadas con la protec­ción de Dios, con la pertenencia a la Iglesia, con la sana­ción u otros motivos. -Si los catequizandos ya han hablado del tema del pecado, comentar que el bautismo nos hace plena­mente hombres, porque nos devuelve la condición que teníamos  antes de pecar, el catequizando recién bautizado es la ima­gen  de los primeros hombres que creó Dios-.
 
•Después de escribir todos estos motivos en el piza­rrón, preguntar a los catequizandos si creen que Jesús necesitaba el Bautismo.

• Realizar el Rompecabezas bíblico.    
 

Proclamar la Palabra
Profundizar: 
No se trata de hacer una explicación detallada de todo el texto, sino de un aspecto, un mensaje por vez:
¿Por qué creen que Jesús se bautizó, si, en realidad, no lo necesitaba?
• Comentar: Jesús nos ama tanto, que quiere mostrar que es una persona como nosotros, que quiere vivir nues­tra  vida, gozar con nuestras alegrías y llorar con nuestros sufrimientos. Por esto, podemos ser sus amigos.
• Se propone pensar, en grupo, acerca de las actitu­des de nuestra vida que son propias de bautizados.¿Qué actitudes nos hacen más persona, nos acercan a Dios, nos hacen parecer a él?¿Qué podemos hacer en la escuela, en el barrio, en la parroquia, en el encuentro de catequesis, para vivir más intensamente el Bautismo?
Renovación de las promesas bautismales
Guía: Cuando recibieron el Bautismo, hace ya varios años, eran pequeños, no sabían lo que estaban haciendo. Pero ahora, que ya crecieron, cada uno de ustedes va a repetir las Palabras que en el día de su bautismo dijeron sus padres y padrinos. Las preguntas que van a contestar son las mismas que contestaron sus padres y padrinos, en nombre de ustedes, el día de su bautismo.
¿En nombre de quién  fueron bautizados?
Todos:  En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Guía:   ¿Qué hizo Dios de ustedes el día de! Bautismo?
Todos: Por el Bautismo formamos parte de la familia de Dios, la Iglesia y podemos vivir la Vida Nueva como hijos de Dios.
Guía: Para ser cristiano es necesario renunciar al mal y aceptar a Jesús. ¿Ustedes renuncian  al mal, a sus obras  y a todas sus tentaciones?
Todos: Sí, renunciamos.
Guía: ¿Ustedes aceptan a  Jesús y todo lo que él nos enseña y  a la Iglesia que nos transmite su mensaje en su nombre?


Todos: 
Sí, aceptamos a Jesús y creemos en él con todo nuestro corazón.
Guía: Recemos  juntos el Credo, hagamos nuestra profesión de fe.
Todos: Creo en Dios, Padre Todopoderoso, creador del Cielo
Y de la Tierra. Creo en Jesucristo  su único hijo nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia  del Espíritu Santo. Nació de Santa María siempre Virgen.Padeció bajo el poder de Poncio Pilato. Fue crucificado, muerto y sepultado.Descendió a los infiernos.
Al tercer día resucitó de entre los muertos. Subió a los cielos.
Está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo, La Santa Iglesia católica, la Comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y  la vida eterna. Amén.
 
Guía: ¿Cuál es el mandamiento más importante que nos dejó Jesús?
Todos: Es amar, amar a Dios y amar al prójimo, sin separar a uno del otro. Si amamos vivimos para el otro. Si somos egoístas vivimos para nosotros mismos.
Guía:  ¿Prometen  intentar" ser cristianos auténticos verdaderos?
Todos:  Lo prometemos.
Guía : Cantemos  todos juntos "Esta es la luz de Cristo”
Esta es la luz de Cristo, yo la haré brillar (bis)
Brillará, brillará sin cesar...
Guía:   Ahora los invito a que hagamos una oración en la que cada uno se comprometa, en las cosas de todos los días,  a vivir como hermanos y a llevar a Jesús a los demás. 
Después de cada intención contestamos: "queremos ser luz en el mundo".
Se deja un tiempo para las oraciones espontáneas, y ter­minamos con una oración a María o haciendo la Señal de la Cruz.
Rompecabezas bíblico 




Fuente: San Pablo