29 abril 2012

Canciones a la Virgen María

 
Descargar CD

Materiales para Pentecostés


Fuente: Inma Educa


Fuente: Nuestras Celebraciones



Hechos 2, 1-21


Fuente: Sermons4kids



Presentación: Significado de Pentecostés

Significado de Pentecostés
Fuente: Educar con Jesús
De Hautatzen

Recursos Pentecostés


Oraciones marianas con reflexiones

Os dejamos este archivo con distintas oraciones marianas y su reflexión personal y grupal.

Avisos parroquiales



1.     La semana próxima iniciamos el mes dedicado a nuestra Madre la Virgen María. El ejercicio se realizará después del rosario de la tarde. 
2.    El próximo  martes, día 1 de mayo, tendremos el Rosario de la Aurora. Saldremos a las 7.30 de la mañana, por las calles de la parroquia. Si el tiempo nos lo impide, lo celebraremos dentro de la iglesia. Al finalizar, tendremos la Eucaristía, a las 8.00 de la mañana. 

Reflexión: Dar y recuperar la vida



Por Enrique Martínez Lozano 
En cierto sentido, el verbo “entregar”, que ocupa un lugar destacado en el cuarto evangelio, podría definir a Jesús: él es quien se entrega (o “el entregado”): “Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo Único” (3,16).
Una entrega que recuerda a la imagen del grano de trigo, usada por el mismo evangelista: “El grano de trigo seguirá siendo un único grano, a no ser que caiga dentro de la tierra y muera; solo entonces producirá fruto abundante” (12,24).
Esta imagen nos hace caer en la cuenta de una ley que parece regir en todo, pero que con frecuencia olvidamos. Todo lo que conocemos es un misterio de muerte-resurrección. Únicamente resucita lo que muere; solo se recupera lo que se entrega. Y todos nos hallamos inmersos en esa misma dinámica.
Me gustaría expresarlo con palabras de Claudio Naranjo:
“Una cosa es clara: que el proceso de evolución de la conciencia individual es una especie de metamorfosis psico-espiritual –una transformación- que entraña un proceso de muerte y renacimiento…
“Atravesamos por diversas y pequeñas muertes psicológicas a través de las cuales vamos dejando atrás ciertas motivaciones, y nos vamos desprendiendo de aspectos de la personalidad forjada durante la infancia, de lo postizo, que es algo que hemos interiorizado de la patología social que nos rodea o algo que tuvimos que adoptar a modo de defensa…
“A medida que nos vamos liberando de lo obsoleto y limitante, va emergiendo nuestra potencialidad interior, esa conciencia mayor que llamamos espíritu y que es como la flor de nuestra vida. En el lenguaje de la Psicología Transpersonal, vamos dejando atrás el ego, y con ello vamos liberando nuestro ser esencial de la prisión de nuestra «neurótica» compulsividad condicionada”. Sigue leyendo...

Reflexión: La vida ya sólo sirve para amar.



Por Santiago Agrelo
No apartes los ojos de Jesucristo resucitado, y se llenarán de luz las palabras de tu canto: “La misericordia del Señor llena la tierra, la palabra del Señor hizo el cielo. Aleluya”.
Porque Cristo y Jesús es el nombre de la misericordia que llena la tierra, Cristo y Jesús es el nombre del cielo en el que entras por la misericordia que te alcanza. Tú miras a Cristo, y sabes que la misericordia de Dios te apacienta. En Cristo la bondad de Dios se ha hecho pastor de tu vida. Él es el buen pastor que te conoce por tu nombre, que nunca te abandona, que da su vida por ti. Te vio perdido y te buscó. Te vio amenazado y luchó por ti, defendió tu vida con la suya. En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos: “Yo soy el buen pastor”. Y puede que los fariseos nada entendiesen de lo que él les estaba diciendo. Hoy eres tú quien escucha la palabra del Señor: “Yo soy el buen pastor”. Y, porque has creído en él, porque la fe te ilumina, lo aclamas como tu salvador, te alegras con tu redentor, y lo reconoces como Señor de tu vida”. La fe, que te permite confesar a Cristo, te permite verlo en medio de la comunidad reunida. Allí, en la asamblea eucarística, Cristo resucitado te muestra su Cuerpo entregado, su Sangre derramada, que es como mostrarte las llagas de su cuerpo santo, y te dice: “Yo soy el buen pastor”, yo soy tu pastor. Y nosotros, que lo reconocemos, lo escuchemos y lo recibimos, decimos: “Señor mío y Dios mío”. Hoy, los hijos de la Iglesia, los que tú, Señor, has rescatado de la muerte, vamos repitiendo por los entresijos del día y los rincones del alma tu hermoso nombre: “Jesús”. Tú eres nuestra única riqueza, pues has querido ser nuestro Pastor. La vida ya sólo sirve para amarte. La vida ya sólo sirve para amar. Feliz domingo.

Evangelio y reflexión del día 29 de abril



Evangelio según San Juan 10,11-18. 

Yo soy el buen Pastor. El buen Pastor da su vida por las ovejas. El asalariado, en cambio, que no es el pastor y al que no pertenecen las ovejas, cuando ve venir al lobo las abandona y huye, y el lobo las arrebata y las dispersa. 
Como es asalariado, no se preocupa por las ovejas. 
Yo soy el buen Pastor: conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí -como el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre- y doy mi vida por las ovejas. 
Tengo, además, otras ovejas que no son de este corral y a las que debo también conducir: ellas oirán mi voz, y así habrá un solo Rebaño y un solo Pastor. El Padre me ama porque yo doy mi vida para recobrarla. Nadie me la quita, sino que la doy por mí mismo. Tengo el poder de darla y de recobrarla: este es el mandato que recibí de mi Padre". 



Compartiendo la Palabra: 
Por José Antonio Pagola

VA CON NOSOTROS
El símbolo de Jesús como pastor bueno produce hoy en algunos cristianos cierto fastidio. No queremos ser tratados como ovejas de un rebaño. No necesitamos a nadie que gobierne y controle nuestra vida. Queremos ser respetados. No necesitamos de ningún pastor.
No sentían así los primeros cristianos. La figura de Jesús buen pastor se convirtió muy pronto en la imagen más querida de Jesús. Ya en las catacumbas de Roma se le representa cargando sobre sus hombros a la oveja perdida. Nadie está pensando en Jesús como un pastor autoritario dedicado a vigilar y controlar a sus seguidores, sino como un pastor bueno que cuida de ellas.
El "pastor bueno" se preocupa de sus ovejas. Es su primer rasgo. No las abandona nunca. No las olvida. Vive pendiente de ellas. Está siempre atento a las más débiles o enfermas. No es como el pastor mercenario que, cuando ve algún peligro, huye para salvar su vida abandonando al rebaño. No le importan las ovejas.
Jesús había dejado un recuerdo imborrable. Los relatos evangélicos lo describen preocupado por los enfermos, los marginados, los pequeños, los más indefensos y olvidados, los más perdidos. No parece preocuparse de sí mismo. Siempre se le ve pensando en los demás. Le importan sobre todo los más desvalidos.
Pero hay algo más. "El pastor bueno da la vida por sus ovejas". Es el segundo rasgo. Hasta cinco veces repite el evangelio de Juan este lenguaje. El amor de Jesús a la gente no tiene límites. Ama a los demás más que a sí mismo. Ama a todos con amor de buen pastor que no huye ante el peligro sino que da su vida por salvar al rebaño.
Por eso, la imagen de Jesús, "pastor bueno", se convirtió muy pronto en un mensaje de consuelo y confianza para sus seguidores. Los cristianos aprendieron a dirigirse a Jesús con palabras tomadas del salmo 22: "El Señor es mi pastor, nada me falta... aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo... Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida".
Los cristianos vivimos con frecuencia una relación bastante pobre con Jesús. Necesitamos conocer una experiencia más viva y entrañable. No creemos que él cuida de nosotros. Se nos olvida que podemos acudir a él cuando nos sentimos cansados y sin fuerzas o perdidos y desorientados.
Una Iglesia formada por cristianos que se relacionan con un Jesús mal conocido, confesado solo de manera doctrinal, un Jesús lejano cuya voz no se escucha bien en las comunidades..., corre el riesgo de olvidar a su Pastor. Pero, ¿quién cuidará a la Iglesia si no es su Pastor? Da a conocer al Buen Pastor. 

28 abril 2012

Recursos para Pentecostés

Aquí os dejamos más recursos de Pentecostés:
Vigilia de Pentecostés Jóvenes 
Vigilia Pentecostés 3
Tarjetas de Pentecostés
Liturgia Pentecostés para niños
Guión Pentecostés para niños, jóvenes y adultos
Dinámicas de Pentecostés para niños
Dinámica de Pentecostés
Celebración Jóvenes Pentecostés


Recursos para Pentecostés

Recursos para Pentecostés:
* Vigilia Pentecostés 1
* Diapositivas Vigilia Pentecostés 1
* Vigilia Pentecostés 2
* Taller de Pentecostés
* Juegos de Pentecostés
* Gimkana de la Luz
* Actividades Pentecostés para niños
* Actividades Pentecostés

Reflexión 4º Domingo de Pascua

Domingo 4º Pascua Pagola

Reflexiones 4º Domingo de Pascua

Domingo 4º Pascua Asun
Domingo 4º Pascua Flecha

Comentario al Evangelio, IV Domingo de Pascua




Por José María Vegas, cmf

Un solo rebaño, un solo Pastor
La comunidad eucarística que, como veíamos la semana pasada (y la anterior), es el lugar de la aparición del Resucitado y del encuentro con él, es además una comunidad estructurada: en ella hay distintos servicios, distintas vocaciones que cooperan al bien del cuerpo común y de su misión en el mundo (el testimonio). Por eso, si la misma comunidad es “lugar teológico”, ámbito de la experiencia del Resucitado, también los servicios y ministerios que surgen en ella deben ser entendidos en este sentido sacramental, esto es, como una expresión y reflejo de la presencia de Cristo. De entre estos diversos ministerios hay uno que tiene un carácter axial, en torno al cual se disciernen y estructuran los demás, de manera que la pluriformidad de vocaciones y carismas no lesione la comunión: es el ministerio de los pastores, los Apóstoles, que prolongan su acción por medio del ministerio sacerdotal (obispos, presbíteros y diáconos), que deben cuidar del bien del rebaño de Cristo, guiar y enseñar al nuevo pueblo de Dios y presidir sus asambleas litúrgicas.
Ese es un punto que suscita especial dificultad en nuestros días. Existe una fuerte tendencia a desconfiar de toda autoridad, a ver en ella sólo una pura estructura de poder, que hay que tolerar de algún modo, pero que se mira con recelo, como una especie de mal necesario. Y esto se proyecta también sobre la Iglesia, estableciendo distinciones como la que habla de “iglesia institucional” e “iglesia de base”; distinciones, hay que decir enseguida, que carecen de todo apoyo en la Revelación, tanto en la Biblia como en la tradición de la Iglesia. Se aplican aquí a la comunidad cristiana esquemas propios de la sociedad civil y política, pretendiendo que, como en éstas lo legal y lo socialmente conveniente, la verdad o el bien pueden aceptarse sólo si gozan del consenso de la mayoría (que suele ser, en el caso de la sociedad civil, un estado de opinión inducido por medio de técnicas sutiles de comunicación y, con frecuencia, de propaganda y manipulación), olvidando que la verdad de la fe y de sus consecuencias prácticas son ante todo el resultado de una revelación de Dios, es decir, de un don que Dios nos ha hecho en Jesucristo y que nosotros no podemos modificar a nuestro antojo o al son de las opiniones dominantes del momento. Sigue leyendo...

Evangelio del día y reflexión, 28 abril




Evangelio de nuestro Señor Jesucristo 
según san Juan 6, 60-69
Después de escuchar la enseñanza de Jesús, muchos de sus discípulos decían: «¡Es duro este lenguaje! ¿Quién puede escucharlo ?» Jesús, sabiendo lo que sus discípulos murmuraban, les dijo: «¿Esto los escandaliza? ¿Qué pasará, entonces, cuando vean al Hijo del hombre subir donde estaba antes? El Espíritu es el que da Vida, la carne de nada sirve. Las palabras que les dije son Espíritu y Vida. Pero hay entre ustedes algunos que no creen». En efecto, Jesús sabía desde el primer momento quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a entregar. Y agregó: «Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede». Desde ese momento, muchos de sus discípulos se alejaron de Él y dejaron de acompañarlo. Jesús preguntó entonces a los Doce: «¿También ustedes quieren irse?» Simón Pedro le respondió: «Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de Vida eterna. Nosotros hemos creído y sabemos que eres el Santo de Dios».

Compartiendo la Palabra
Por Fernando Torres Pérez cmf
Termina una semana en que todos los días hemos visto a Jesús dialogando y discutiendo con los judíos. Todo a propósito de la multiplicación de los panes. A propósito del hambre. A propósito del salto de nivel que les pone Jesús por delante cuando les invita a comer del pan que es el mismo, a comer su carne y su sangre, a compartir su vida hasta el final. A hacer del pan que nos alimenta físicamente pan de fraternidad, pan que construya el reino y la justicia y el amor. Pan de Dios que da la Vida. La semana se ha ido haciendo entre declaraciones solemnes de Jesús y la dificultad de los que le escuchan para entender la novedad del mensaje. Pasa que todos estaban –estamos– preocupados por buscar el pan para mí, para los míos. Pasa que construimos fronteras para separar a los míos de los otros. Pasa que vemos a los otros como competidores, como enemigos. Y vienen los ejércitos y los derechos sobre los otros y la violencia y la muerte. Pasa que todos estamos envueltos por el miedo como si fuera una capa que no nos podemos quitar de encima y que nos impide ver la realidad tal como es. Jesús nos invita a salir de ese laberinto, a abrir los ojos y descubrir al otro como hermano. A compartir el pan y la vida. Y descubrir, con sorpresa y gozo, que, cuando se comparte el pan y la vida, el pan y la vida se multiplican, llegan para todos, se construye la fraternidad, el reino de Dios se hace patente. Todos formamos una sola familia. Pero se hace inevitable dar el paso. Salir del caparazón del miedo que pensamos que nos protege y que en realidad no hace más que ahogarnos, para tender la mano al otro y hacer eucaristía de la vida y vida de la eucaristía.
Los judíos no lo entendían. Los discípulos de Jesús tampoco lo tuvieron fácil. El modo de hablar de Jesús era duro. Les asustaba. Se sentían inseguros frente a su arriesgada propuesta: basar la vida en el amor y no en el odio ni la desconfianza. Por eso, muchos, asustados, lo dejaron. Sólo algunos fueron capaces de captar que en las palabras de Jesús estaba la vida, la verdadera vida, la vida en plenitud. Y optaron por seguirle.

26 abril 2012

Evangelio del día, 26 abril



Evangelio según San Juan 6,44-51.
Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me envió; y yo lo resucitaré en el último día. Está escrito en el libro de los Profetas: Todos serán instruidos por Dios. Todo el que oyó al Padre y recibe su enseñanza, viene a mí. Nadie ha visto nunca al Padre, sino el que viene de Dios: sólo él ha visto al Padre. Les aseguro que el que cree, tiene Vida eterna. Yo soy el pan de Vida. Sus padres, en el desierto, comieron el maná y murieron. Pero este es el pan que desciende del cielo, para que aquel que lo coma no muera. Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo". 

25 abril 2012

Dibujos de Fano: IV Domingo de Pascua





Actividades IV Domingo de Pascua

Aquí os dejamos distintas actividades para trabajar el Evangelio del IV Domingo de Pascua: El buen Pastor.
El Buen Pastor
Fuente: Educar con Jesús

Evangelio del día y reflexión, 25 de abril




Evangelio de nuestro Señor Jesucristo 
según san Marcos 16, 15-20

Jesús resucitado se apareció a los Once y les dijo: «Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará. El que no crea se condenará.
Y estos prodigios acompañarán a los que crean: arrojarán demonios en mi Nombre y hablarán nuevas lenguas; podrán tomar a las serpientes con sus manos, y si beben un veneno mortal no les hará ningún daño; impondrán las manos sobre los enfermos y los sanarán» . Después de decirles esto, el Señor Jesús fue llevado al cielo y está sentado a la derecha de Dios.
Ellos fueron a predicar por todas partes, y el Señor los asistía y confirmaba su palabra con los milagros que la acompañaban.
Compartiendo la Palabra

Por Fernando Torres Pérez cmf
La letra de una de las canciones de la ópera rock “Jesucristo Superstar” dice: “Siempre deseé ser un apóstol / y contar al mundo mi verdad. /Escribirla en los Evangelios / para así pasar a la posteridad.” Hoy celebramos la fiesta de san Marcos. Según la tradición, él fue el escritor del evangelio que se conoce por su nombre. Dice la tradición también que fue uno de los acompañantes fieles de Pedro, que le ayudaba en las catequesis y que su evangelio, de alguna manera, no es más que la puesta en escrito de la predicación oral de Pedro.
Pero lo que es seguro es que Marcos o el que escribiera el Evangelio no lo hizo para pasar a la posteridad. Su objetivo no fue hacerse él grande (por eso no es especialmente importante si lo escribió él u otro) sino dar testimonio de Jesús. Su objetivo fue llevar a todo el mundo, a todos, la buena nueva de Jesús. Así lo pone en boca del mismo Jesús, resumiendo lo más central de su mensaje: “Se ha cumplido el plazo, ya llega el Reino de Dios. Convertíos y creed la buena noticia.” A partir de ese mensaje inicial, tan increíblemente lleno de fuerza y potenciador de la esperanza de sus lectores /oyentes, el autor del evangelio va presentando la historia de Jesús intercalando sus enseñanzas. Todo para llegar al momento final, la entrega definitiva, la Pascua de Muerte y Vida que es el culmen del Evangelio y de la misma enseñanza de Jesús. Porque todo lo dicho se refrenda con la entrega confiada de su vida al Padre cuando los hombres se la quitan. Así la buena nueva del reinado de Dios se hace carne y sangre de nuestra misma historia y nos abre a una nueva esperanza: la resurrección. La buena nueva de Jesús rompe con este laberinto de muerte, dolor y violencia en el que estamos encerrados para abrirnos a la esperanza en el Dios de la Vida. Jesús es su testigo. Seguro que Marcos no escribió el evangelio para hacerse famoso. Tampoco lo pretendió ninguno de los apóstoles. Ellos vivieron deslumbrados por la presencia de aquel Jesús. Aún sin entenderle del todo, veían en él algo diferente, algo por lo que valía la pena dejarlo todo y seguirle. La Buena Nueva tenía una fuerza de atracción mayor que la de mil planetas y constelaciones juntas. Lo dejaron todo y lo siguieron. Y cuando llegó el momento no pensaron más que en compartir ese mensaje con todos los que les rodeaban y en llevarlo hasta los más lejanos extremos del planeta. Eran portadores de una buena nueva, de la esperanza, no de amenazas de castigos eternos ni de cataclismos planetarios.
Es tiempo de tomar nosotros la antorcha de la fe, de hacernos portadores de la buena nueva y de la esperanza. Como Marcos, como tantos y tantas desde hace dos mil años.

24 abril 2012

Evangelio del día y reflexión, 24 de abril




Evangelio de nuestro Señor Jesucristo 
según san Juan 6, 30-35

En aquel tiempo, dijo la gente a Jesús: «¿Y qué signo vemos que haces tú, para que creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: "Les dio a comer pan del cielo."» Jesús les replicó: «Os aseguro que no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo.» Entonces le dijeron: «Señor, danos siempre de este pan.» Jesús les contestó: «Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí nunca pasará sed.»
Compartiendo la Palabra
Por Fernando Torres Pérez cmf
En cada cultura hay alimentos que se consideran fundamentales. En muchas partes de Asia la comida es impensable sin la presencia del arroz. Hay en zonas de América donde sin maíz nadie dirá que ha comido. En Europa necesitamos el trigo bajo la forma de pan. Es acompañante indispensable de cualquier comida. También lo era en el tiempo de Jesús.
Por eso se entiende perfectamente que Jesús hablará del pan. Del pan de vida. Lo entendemos nosotros y lo entendieron sus oyentes. El alimento nos es necesario a todos. Cuando no hay nada que poner en la mesa, no hay vida posible. La vida se termina, se agota en sí misma sino hay alimento. Nuestra experiencia nos dice que es necesario comer todos los días. El alimento es a la vida nuestra como la gasolina al coche. Sin él nada funciona. Al final siempre hay que volver a la gasolinera a cargar el depósito.
Pero Jesús parece que tiene algo nuevo que ofrecer: es un pan que sacia definitivamente el hambre. Ya no hace falta comer más. Es un alimento que parece superar los límites tan pobres de esta vida en la que estamos. Es un pan que parece que provoca en el que lo recibe la vida verdadera, la vida definitiva, la vida con mayúsculas.
¿Se trata de un pan mágico? ¿Habremos encontrado por fin la fórmula medicinal que soluciona todos los problemas, que nos da la inmortalidad? Me parece que no va por ahí la respuesta.
El pan al que se refiere Jesús es el pan de la eucaristía. El pan que vienen a buscar los judíos es el pan multiplicado en el milagro realizado poco antes. Aquel pan había sido capaz de alimentar a una multitud hambrienta. Pero ahora Jesús los invita a dar un paso más. Hay otro pan, hecho de fe, de confianza en el Padre, creador de la vida. Hay un pan hecho de Reino, de fraternidad, de encuentro de hermanos y hermanas en torno a la misma mesa. Hay un pan que es vida compartida, carne y sangre reconocidas como mi propia carne y mi propia sangre. Porque Jesús es Dios mismo encarnado, hecho de nuestra carne y de nuestra sangre para entregarnos la esperanza y la vida, la alegría y la fe en que la muerte no es el final de esta historia que nos ha tocado vivir.
Todo eso es lo que se celebra en la Eucaristía. Y lo que deberíamos seguir celebrando en la vida, que no debería ser sino la prolongación de la Eucaristía. Por eso los que siguen a Jesús, los que creen en Jesús no pasan-pasamos hambre. Porque él es nuestro pan de vida. Porque nos hacemos pan de vida unos para otros. Porque sabemos que Dios está siempre detrás de nuestros afanes, dando realidad a nuestros sueños, a su sueño, a su Reino.

23 abril 2012

Eucaristía de la familia, 22 de abril

Esta semana pasada ha comenzado de nuevo la Vida Pastoral en la Parroquia de La Inmaculada de Valladolid. Los grupos de niños, jóvenes y adultos comenzaron sus reuniones y encuentros.
Ayer domingo día 22 de abril, celebramos la Eucaristía de la familia a las 12,00 de la mañana. Aquí os dejamos unas fotos del encuentro y un vídeo con baile con mucho ritmo que aprendieron ayer los niños, padres y catequistas... aunque habrá que depurar un poco la técnica.
Eucaristía de la familia, 22 abril
Pincha en la imagen para ver todas las fotos

Reflexión sobre el Evangelio


SEMANA III DE PASCUA (CICLO B)
Fuente: Pastoral La Salle

Evangelio del día, 23 de abril


Evangelio según San Juan 6,22-29. 
Al día siguiente, la multitud que se había quedado en la otra orilla vio que Jesús no había subido con sus discípulos en la única barca que había allí, sino que ellos habían partido solos. Mientras tanto, unas barcas de Tiberíades atracaron cerca del lugar donde habían comido el pan, después que el Señor pronunció la acción de gracias. 
Cuando la multitud se dio cuenta de que Jesús y sus discípulos no estaban allí, subieron a las barcas y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús. Al encontrarlo en la otra orilla, le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo llegaste?". 
Jesús les respondió: "Les aseguro que ustedes me buscan, no porque vieron signos, sino porque han comido pan hasta saciarse. Trabajen, no por el alimento perecedero, sino por el que permanece hasta la Vida eterna, el que les dará el Hijo del hombre; porque es él a quien Dios, el Padre, marcó con su sello". Ellos le preguntaron: "¿Qué debemos hacer para realizar las obras de Dios?". Jesús les respondió: "La obra de Dios es que ustedes crean en aquel que él ha enviado". 

22 abril 2012

Recursos Mes de Mayo: Juego Mariano

Juego-Mariano

Recursos Mes de Mayo

María. Puzzle
María Puzzle
Historia de María. Para pintar
Catequesis sobre María para niños

Recurso Mes de Mayo: Juego mariano.

Juego-Mariano

Revista "Iglesia en Valladolid". 2ª Quincena abril

Iglesia en Valladolid, 2ª quincena de abril 2012

Evangelio del día y reflexión, 22 abril




Evangelio de nuestro Señor Jesucristo 
según san Lucas 24, 35-48

Los discípulos, que retornaron de Emaús a Jerusalén, contaron lo que les había pasado en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan. Todavía estaban hablando de esto, cuando Jesús se apareció en medio de ellos y les dijo: «La paz esté con ustedes». Atónitos y llenos de temor, creían ver un espíritu, pero Jesús les preguntó: «¿Porqué están turbados y se les presentan esas dudas? Miren mis manos y mis pies, soy yo mismo. Tóquenme y vean. Un espíritu no tiene carne ni huesos, como ven que Yo tengo». Y diciendo esto, les mostró sus manos y sus pies. Era tal la alegría y la admiración de los discípulos, que se resistían a creer. Pero Jesús les preguntó: «¿Tienen aquí algo para comer? » Ellos le presentaron un trozo de pescado asado; Él lo tomó y lo comió delante de todos. Después les dijo: «Cuando todavía estaba con ustedes, Yo les decía: Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito de mí en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos». Entonces les abrió la inteligencia para que pudieran comprender las Escrituras, y añadió: «Así estaba escrito: el Mesías debía sufrir y resucitar de entre los muertos al tercer día, y comenzando por Jerusalén, en su Nombre debía predicarse a todas las naciones la conversión para el perdón de los pecados. Ustedes son testigos de todo esto».

Compartiendo la Palabra. 
Por José Antonio Pagola
Testigos
Lucas describe el encuentro del Resucitado con sus discípulos como una experiencia fundante. El deseo de Jesús es claro. Su tarea no ha terminado en la cruz. Resucitado por Dios después de su ejecución, toma contacto con los suyos para poner en marcha un movimiento de "testigos" capaces de contagiar a todos los pueblos su Buena Noticia: "Vosotros sois mis testigos". No es fácil convertir en testigos a aquellos hombres hundidos en el desconcierto y el miedo. A lo largo de toda la escena, los discípulos permanecen callados, en silencio total. El narrador solo describe su mundo interior: están llenos de terror; solo sienten turbación e incredulidad; todo aquello les parece demasiado hermoso para ser verdad. Es Jesús quien va a regenerar su fe. Lo más importante es que no se sientan solos. Lo han de sentir lleno de vida en medio de ellos. Estas son las primeras palabras que han de escuchar del Resucitado: "Paz a vosotros... ¿Por qué surgen dudas en vuestro interior?". Cuando olvidamos la presencia viva de Jesús en medio de nosotros; cuando lo hacemos opaco e invisible con nuestros protagonismos y conflictos; cuando la tristeza nos impide sentir todo menos su paz; cuando nos contagiamos unos a otros pesimismo e incredulidad... estamos pecando contra el Resucitado. No es posible una Iglesia de testigos. Para despertar su fe, Jesús no les pide que miren su rostro, sino sus manos y sus pies. Que vean sus heridas de crucificado. Que tengan siempre ante sus ojos su amor entregado hasta la muerte. No es un fantasma: "Soy yo en persona". El mismo que han conocido y amado por los caminos de Galilea. Siempre que pretendemos fundamentar la fe en el Resucitado con nuestras elucubraciones, lo convertimos en un fantasma. Para encontrarnos con él, hemos de recorrer el relato de los evangelios: descubrir esas manos que bendecían a los enfermos y acariciaban a los niños, esos pies cansados de caminar al encuentro de los más olvidados; descubrir sus heridas y su pasión. Es ese Jesús el que ahora vive resucitado por el Padre.
A pesar de verlos llenos de miedo y de dudas, Jesús confía en sus discípulos. Él mismo les enviará el Espíritu que los sostendrá. Por eso les encomienda que prolonguen su presencia en el mundo: "Vosotros sois testigos de esto". No han de enseñar doctrinas sublimes, sino contagiar su experiencia. No han de predicar grandes teorías sobre Cristo sino irradiar su Espíritu. Han de hacerlo creíble con la vida, no solo con palabras. Este es siempre el verdadero problema de la Iglesia: la falta de testigos.

Avisos parroquiales


 
1.     El próximo jueves, día 26, tendremos la Oración mensual “RED ASÍS”. Será a las 8,30 de la tarde, en la capilla de San Damián. Están todos invitados. 

2.    El domingo, día 29, celebraremos la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. Será un día para reflexionar y orar por todos aquellos hombres y mujeres que entregan su vida por el Reino de Cristo Resucitado.

3.    Al fondo de la iglesia disponen de la hoja diocesana “Iglesia en Valladolid”, correspondiente a la segunda quincena del mes de abril.

21 abril 2012

Gimkana Pascua de Resurrección

Ayer viernes día 20, los chicos y chicas de Catequesis y Tiempo Libre, reanudaron sus reuniones semanales. Y lo hicieron con una Gimkana de Resurrección. Si deseas que te enviemos la Gimkana que organizamos, no dudes en escribirnos un email a franciscanos.valladolid@hotmail.com.Aquí os dejamos unas fotos del encuentro. Pincha sobre la imagen para ver las fotos.
Gimkana Pascua de Resurrección

22 cantos marianos

Desde México nos ha llegado este archivo con 22 canciones Marianas para que publiquemos en el blog. Si deseas la letra, envíanos un email a : franciscanos.valladolid@hotmail.com.

Álbum: Al otro lado del Mar.



Aquí os dejamos otro Álbum de Ixcís, titulado: Al otro el lado del mar.
01. Tempestad en el barco 02. Al otro lado del mar 03. Y mientras 04. Renovaos 05. Agujas del reloj 06. Dejarme hacer 07. La razón 08. Acércate 09. ¿Por qué? 10. Una vez más 11. En casa del rabino 12. El labrador 13. María, enséñame 14. Mucho más


Descargar álbum

Descarga el Álbum: Beber los vientos



01. Prólogo 02. Dame de beber 03. Monte Horeb 
04. Mi Dios en una cruz 05. Sueños de Dios
06. ¿Adónde acudiré? 07. Gracias, Señor
08. Gentes con derecho 09. Oh, Señor
10. Quererse 11. Encima del altar
12. Cosas pequeñas  13. Beber los vientos
14. Epílogo

Recursos Mes de mayo: Oraciones para niños y jóvenes



Oración para niños I
Oración para niños II
Oración para Poscomunión
Oración para jóvenes de Posconfirmación
Oraciones para ESO y Bachillerato
Una Oración a María para cada día: Infantil y Primaria
Fuente: Dehonianos

Vídeo: Llegó Jesús!!

Vídeo reflexión III Domingo de Pascua: Solos

Vídeo: Jesús es mi super héroe

Carta mensual Red Asís: Abril

Carta Mensual Red Asís

Evangelio del día y reflexión, 21 abril




Evangelio de nuestro Señor Jesucristo
 según san Juan 6, 16-21
Al atardecer de ese mismo día, en que Jesús había multiplicado los panes, los discípulos bajaron a la orilla del mar y se embarcaron, para dirigirse a Cafarnaúm, que está en la otra orilla. Ya era de noche y Jesús aún no se había reunido con ellos. El mar estaba agitado, porque soplaba un fuerte viento.
Cuando habían remado unos cinco kilómetros, vieron a Jesús acercarse a la barca caminando sobre el agua, y tuvieron miedo. Él les dijo: «Soy Yo, no teman». Ellos quisieron subirlo a la barca, pero ésta tocó tierra en seguida en el lugar adonde iban.

Compartiendo la Palabra
Por Carlos Latorre, cmf
Las primeras comunidades cristianas vivieron momentos de mucha turbación. Recordaban el episodio de peligro y miedo que experimentaron durante la tempestad en el lago. Lo que sucedió aquella noche les servía a ellos y nos sirve a nosotros para saber cómo salir airosos de las situaciones más difíciles. Jesús les quita los miedos con su palabra divina: “Soy yo, no temáis”. Tempestades y peligros parecidos nos asaltan cada vez que por nuestra increencia nos alejamos de él. Por otra parte, las desavenencias en los grupos humanos son el pan de cada día. Y cuando se trata de nuestra comunidad cristiana, se pueden convertir en verdaderas pruebas de fe. En lugar de ver fantasmas, tenemos que afinar nuestra mirada y agudizar nuestro oído para ver y escuchar a nuestro único Señor y Maestro. Sólo él con su presencia puede hacer florecer en el corazón de la comunidad, de cada discípulo, la armonía y la paz. Hoy en la liturgia recordamos a San Anselmo. Vivió hace casi mil años, pero su búsqueda de Dios tiene máxima actualidad. No me resisto a recordar estas famosas palabras del santo:
“Sal un momento de tus ocupaciones habituales; ensimísmate un instante en ti mismo, lejos del tumulto de tus pensamientos; arroja lejos de ti las preocupaciones agobiadoras, aparta de ti tus trabajosas inquietudes. Busca a Dios un momento, sí, descansa siquiera un momento en su seno. ¡Oh corazón mío!, di con todas tus fuerzas, di a Dios: Busco tu rostro, busco tu rostro, ¡oh Señor!
Y ahora, ¡oh Señor, Dios mío! , enseña a mi corazón dónde y cómo te encontrará, dónde y cómo tiene que buscarte. Si no estás en mí, ¡oh Señor!, si estás ausente, ¿dónde te encontraré? Nunca te he visto, Señor Dios mío; no conozco tu rostro. ¿Qué hará, Señor omnipotente, este tu desterrado tan lejos de ti?...” Son estos testigos de la fe de todos los tiempos quienes nos ayudan con su testimonio y con su palabra a enfrentar momentos de oscuridad y de tormenta en la vida personal y en la vida de la comunidad.

Reflexión III Domingo de Pascua: Los Discípulos han resucitado




El texto de Lucas es paralelo al de Juan que leíamos el domingo anterior. Creo que es interesante subrayar tal paralelismo. Jesús se presenta en medio de ellos, y les da el saludo de paz. Les da señales evidentes de que es él mismo, mostrando sus llagas y hasta comiendo con ellos. Abre su inteligencia para que entiendan las Escrituras y puedan superar su mesianismo triunfante y creer en él. Y les confía la misión, y el anuncio del perdón por todo el mundo.
Comprobamos por tanto que los relatos de la Resurrección, tan diferentes en sus detalles, en la localización geográfica… transmiten el mismo mensaje: el testimonio de Jesús vivo y la misión confiada a los testigos. 
Como vemos, Lucas tiene muy presente el tema del desánimo de los discípulos. Este evangelio viene a continuación del relato de los dos de Emaús, en el que el tema fundamental es la crisis de fe de los discípulos, provocada por la muerte de Jesús, y la enseñanza de Jesús que "les interpretó las Escrituras, mostrando que el Mesías tenía que padecer". Por otra parte, Juan se refiere más directamente a la Misión. Esto es muy explicable, puesto que Juan termina ya su Evangelio, mientras Lucas va a continuar su narración en el principio de los Hechos, con la Misión y la Ascensión. Todos estos datos nos ayudan a recordar que los Evangelios son obras literarias, en las que los datos están elaborados por los autores conforme a un plan, a un mensaje básico, según las necesidades de las comunidades a que van dirigidos y los tiempos en que se escriben. Sigue leyendo...

20 abril 2012

Reflexión III Domingo de Pascua




Publicado por Dominicos.org
"Vosotros sois testigos de esto"
La excepcional experiencia de la Resurrección de Jesús que tuvieron los primeros discípulos encuentra en los relatos de aparición de los evangelios una de sus expresiones más ricas. Este domingo, el relato que recoge Lucas pone el acento en la fuerza dinamizadora de dicha experiencia, en su realismo a la vez que en su trascendencia.
Ante la Resurrección de Jesús los primeros discípulos se sintieron, al principio, desconcertados, alegres, asustados, sorprendidos… pero creyeron y aquello cambió sus vidas. Experimentaron la paz y el perdón que Dios hace llegar por medio de Cristo a todos los hombres. Nosotros también somos testigos de esto.

D. Ignacio Antón O.P.
Fraternidad de Atocha (Madrid)

Reflexión III Domingo de Pascua, Lena seca y leña verde




Por Alesandro Pronzato
Hechos 3, 13-15.17-19 / 1 Juan 2,1-5 / Lucas 24, 35-48
Cuando el cura recita la lección
El domingo, Santiago, el amigo impertinente, me ha dado con el codo, susurrándome: «Esto se pone mal, hoy... prepárate».
El párroco estaba ausente, por motivos familiares, y la celebración, con la consiguiente homilía, ha tocado al curita coadjutor: brillante, desenvuelto, al día y también -pero es sólo una impresión mía- un poco presuntuoso. Como ya había pasado otras veces, ha sido, más que una predicación como yo la entiendo, una lección según su estilo característico. Ha sacado los papeles como siempre y ha desarrollado su cometido intrépido. Impecable desde el punto de vista teológico, exegético, con alguna incursión rápida en el campo sociológico. Es inteligente, está preparado, y le gusta lucirlo. Sigue leyendo...

Evangelio del día y reflexión, 19 abril




Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 6, 1-15

Jesús atravesó el mar de Galilea, llamado Tiberíades. Lo seguía una gran multitud, al ver los signos que hacía sanando a los enfermos. Jesús subió a la montaña y se sentó allí con sus discípulos. Se acercaba la Pascua, la fiesta de los judíos. Al levantar los ojos, Jesús vio que una gran multitud acudía a Él y dijo a Felipe: «¿Dónde compraremos pan para darles de comer?» Él decía esto para ponerlo a prueba, porque sabía bien lo que iba a hacer. Felipe le respondió: «Doscientos denarios no bastarían para que cada uno pudiera comer un pedazo de pan». Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dijo: «Aquí hay un niño que tiene cinco panes de cebada y dos pescados, pero ¿qué es esto para tanta gente?» Jesús le respondió: «Háganlos sentar». Había mucho pasto en ese lugar. Todos se sentaron y eran uno cinco mil hombres. Jesús tomó los panes, dio gracias y los distribuyó a los que estaban sentados. Lo mismo hizo con los pescados, dándoles todo lo que quisieron. Cuando todos quedaron satisfechos, Jesús dijo a sus discípulos: «Recojan los pedazos que sobran, para que no se pierda nada».
Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos que sobraron de los cinco panes de cebada. Al ver el signo que Jesús acababa de hacer, la gente decía: «Éste es, verdaderamente, el Profeta que debe venir al mundo». Jesús, sabiendo que querían apoderarse de Él para hacerla rey, se retiró otra vez solo a la montaña.


Compartiendo la Palabra
Por Carlos Latorre, cmf
En la primera lectura de hoy me han impresionado estas palabras: “Los apóstoles salieron del Sanedrín contentos de haber merecido aquel ultraje por el nombre de Jesús”. Me pregunto cómo es posible sufrir y estar contento; y más difícil aún, cómo es posible sufrir injustamente, siendo inocente, y estar feliz. La explicación de todo es la culminación de la frase: “por el nombre de Jesús”. Sí, Jesús es su fuerza y llena su corazón. Además no se sienten solos, porque toda la comunidad está con ellos. Y este sufrimiento es semilla de nuevos cristianos. Sigue leyendo...

19 abril 2012

Catequesis y Tiempo Libre: Gimkana de Resurrección

Gimkana de Adviento
Gimkana de Adviento
Los chicos y chicas de Catequesis y Tiempo Libre reanudan mañana viernes 20 de abril sus reuniones semanales tras las fiestas de Semana Santa. Y cómo no, celebraremos la Resurrección del Señor con unas gran Gimkana de Resurrección. A las 19,15 en el salón del piso 1º. ¡¡Os esperamos!!