27 febrero 2014

Más materiales para el VIII Domingo T.O. 2 de marzo

Foto: Domingo 2 de Marzo – 8° del Tiempo Ordinario – Ciclo A

Mateo 6, 24-34: “No se agobien por el mañana”

Los afanes y preocupaciones de la vida cotidiana (la comida, el vestido...) pierden importancia cuando en la vida del discípulo aparece con claridad la preocupación fundamental por el reino. Entonces cambia todo, y es posible vivir en el ámbito de la confianza absoluta en el Padre, que vela por todos (Mt 5 43-48) y que conoce las necesidades de los discípulos (Mt 6 8). Él, que cuida de las aves del cielo y de los lirios del campo, cuidará con mucho más motivo de sus hijos, a condición de que ellos busquen el reino y lo que es propio de él. 
        Esta enseñanza de Jesús es una buena traducción de la actitud frente a la vida que proponen las bienaventuranzas y el Padrenuestro. Para los cristianos de todos los tiempos, hombres de poca fe, y preocupados siempre por el día de mañana, son, al mismo tiempo, una sacudida saludable, y una buena noticia, que libera de tensiones y sufrimientos innecesarios.





Foto: Domingo 2 de Marzo – 8° del Tiempo Ordinario – Ciclo A

Mateo 6, 24-34: “No se agobien por el mañana”

Los afanes y preocupaciones de la vida cotidiana (la comida, el vestido...) pierden importancia cuando en la vida del discípulo aparece con claridad la preocupación fundamental por el reino. Entonces cambia todo, y es posible vivir en el ámbito de la confianza absoluta en el Padre, que vela por todos (Mt 5 43-48) y que conoce las necesidades de los discípulos (Mt 6 8). Él, que cuida de las aves del cielo y de los lirios del campo, cuidará con mucho más motivo de sus hijos, a condición de que ellos busquen el reino y lo que es propio de él. 
        Esta enseñanza de Jesús es una buena traducción de la actitud frente a la vida que proponen las bienaventuranzas y el Padrenuestro. Para los cristianos de todos los tiempos, hombres de poca fe, y preocupados siempre por el día de mañana, son, al mismo tiempo, una sacudida saludable, y una buena noticia, que libera de tensiones y sufrimientos innecesarios.

Foto: Domingo 2 de Marzo – 8° del Tiempo Ordinario – Ciclo A

Mateo 6, 24-34: “No se agobien por el mañana”

El Evangelio de este domingo pertenece a los capítulos que el evangelista Mateo dedica al mensaje de Jesús, que ha sido llamado El sermón del monte. En estos capítulos, Mateo nos va presentando lo esencial de su enseñanza, colocando su ideal por encima de la Ley antigua.
Foto: Domingo 2 de Marzo – 8° del Tiempo Ordinario – Ciclo A

Mateo 6, 24-34: “No se agobien por el mañana”

El Evangelio de este domingo pertenece a los capítulos que el evangelista Mateo dedica al mensaje de Jesús, que ha sido llamado El sermón del monte. En estos capítulos, Mateo nos va presentando lo esencial de su enseñanza, colocando su ideal por encima de la Ley antigua.
Foto: Domingo 2 de Marzo – 8° del Tiempo Ordinario – Ciclo A

Mateo 6, 24-34: “No se agobien por el mañana”

El Evangelio de este domingo pertenece a los capítulos que el evangelista Mateo dedica al mensaje de Jesús, que ha sido llamado El sermón del monte. En estos capítulos, Mateo nos va presentando lo esencial de su enseñanza, colocando su ideal por encima de la Ley antigua.

Foto: Domingo 2 de Marzo – 8° del Tiempo Ordinario – Ciclo A

Mateo 6, 24-34: “No se agobien por el mañana”

Fuente: Las Mellis

Foto: Domingo 2 de Marzo – 8° del Tiempo Ordinario – Ciclo A

Mateo 6, 24-34: “No se agobien por el mañana”

Fuente: Club net

Foto: Domingo 2 de Marzo – 8° del Tiempo Ordinario – Ciclo A

Mateo 6, 24-34: “No se agobien por el mañana”

La figura del amo y el servidor es usada por Jesús en un contexto cultural relativamente normal para su época, sin embargo Él nos dejará claro que no nos quiere ver como siervos sino como amigos para que sepamos lo que Él quiere y lo hagamos comprometidos en el amor. Sin embargo en esa relación hay una exigencia básica: la fidelidad, por eso nos dice no se puede servir a dos amos pues inevitablemente se le falla a uno o al otro. En ese plano se nos compara a Dios y al dinero, competencia a la que nos lanza hoy la sociedad de consumo y el mercado en general.

Lo curioso es que mientras que con Dios disfrutamos de su amor providente y de su paz, el dios dinero solo nos agobia porque no tenemos lo suficiente para todo lo que queremos comer, beber, o vestirnos y nos cegamos a la obsesión de querer tener más y más para asegurarnos el mañana.

Dios conoce bien nuestras necesidades y si es para nuestro bien Él nos las saciará. De nuestra parte no nos angustiemos más de la cuenta, que ya la vida por si misma nos trae bastantes limitaciones.  "Sólo por hoy", sólo me preocuparé y esforzaré por enfrentar los agobios de hoy confiando en Dios, que el mañana traerá los propios, pero hoy y mañana tengo al Señor providente conmigo que me ayuda y sostiene.

Foto: Domingo 2 de Marzo – 8° del Tiempo Ordinario – Ciclo A

1Corintios 4, 1-15: “El Señor pondrá al descubierto los designios del corazón”

San Pablo exhorta a los que queremos vivir como verdaderos servidores de Cristo, o sea administradores de sus misterios, entiéndase su amor, su paz, su alegría, su gracia. Y nos deja bien claro que si algo distingue a un administrador, a un buen servidor es su fidelidad.

Hemos de procurar ser fieles a Dios y a su providencia, esto significa no dudar de su amor, no desesperarnos en medio de la dificultad, no abandonarlo y buscar salidas más fáciles e inmediatas segados por la presión del mundo.

Foto: Domingo 2 de Marzo – 8° del Tiempo Ordinario – Ciclo A

Salmo responsorial 61, 2-9: “Descansa sólo en Dios, alma mía”

Una hermosa invitación a no volvernos hacia Dios con reclamos y enojos sino más bien a descansar confiadamente en Él y en su providencia.

Foto: Domingo 2 de Marzo – 8° del Tiempo Ordinario – Ciclo A

Isaías 49, 14-15: “Yo no te olvidaré”

Que mejor comparación de un amor generoso y entregado, pudo usar el Señor más que el de una madre. Pues así nos dice la Palabra que es el amor del Señor por nosotros, incluso más perfecto pues el de la madre podría fallarnos, pero el de Dios no. Que importante saber y recordar esto cuando en medio de las dificultades nos sentimos fácilmente abandonados de Dios. Esto sin duda es más nuestra errónea percepción, fruto de la vulnerabilidad que ante las adversidades nos pone muy suceptibles, y por eso le  reclamamos tanto al Señor, al no darnos lo que queremos o pedimos, pues según nosotros es lo mejor.

Foto: Domingo 2 de Marzo – 8° del Tiempo Ordinario – Ciclo A

Isaías 49, 14-15: “Yo no te olvidaré”

Salmo responsorial 61, 2-9: “Descansa sólo en Dios, alma mía”

1Corintios 4, 1-15: “El Señor pondrá al descubierto los designios del corazón”

Mateo 6, 24-34: “No se agobien por el mañana”



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