27 julio 2014

Guión Litúrgico 2. Domingo 3 de agosto

DOMINGO 3 DE AGOSTO DE 2014
DOMINGO XVIII DURANTE EL AÑO

PREPARACIÓN: 
ANTES de la salida del celebrante

Nos encontramos hoy reunidos, en este domingo décimo octavo del tiempo ordinario, como la multitud de la que nos hablará el Evangelio. Como aquella gente, TAMBIÉN nosotros, a pesar de todo, buscamos a Jesús para enriquecernos con su Palabra y fortalecernos con su Pan.

AMBIENTACIÓN: 
Luego del saludo inicial y antes del acto penitencial


El Señor hoy nos muestra la eficacia de su Palabra, preparación de la maravilla de la Eucaristía. Él, que nos ha dado la vida natural, por el Bautismo también nos ha dado la vida de la gracia y quiere darnos su principal alimento: su Palabra y el Pan que nos da la vida, el Pan vivo bajado del Cielo. Y hoy nos dirá: "Quien come de ESTE pan, vivirá para siempre".

1ª. LECTURA:  (Is 55, 1-3)     (Ver texto)

En estas palabras del Profeta, vemos ya claramente el poder y la eficacia de la Palabra de Dios y el anuncio del alimento que nos da: Cristo, el Pan vivo bajado del Cielo.

SALMO RESP.:      (144, 8-9. 15-18)    (Ver texto)

                    R.   Abres tu mano, Señor, y nos colmas de tus bienes.

2ª. LECTURA:     (Rm 8, 35. 37-39)     (Ver texto)

San Pablo nos manifiesta en forma clara y terminante: los que están verdaderamente unidos a Cristo, no podrán ser separados de Él, por absolutamente nada.

EVANGELIO:    (Mt 14, 13-21)    (Ver texto)

El mismo Jesús nos dice que Él habrá de alimentarnos, saciando verdaderamente nuestra hambre.

ORACIÓN DE LOS FIELES:

CELEBRANTE:

Queridos hermanos, Dios nos da gratuitamente el don de su amor. Por ellos presentemos AHORA nuestra oración por la Iglesia, por todos los hombres y por nosotros mismos.

GUÍA:  A cada una de las peticiones responderemos orando:

"POR CRISTO, PAN DE VIDA, ESCÚCHANOS SEÑOR"

v Padre, te pedimos por la Iglesia y por el Santo Padre Francisco, PARA que siempre recibamos por su mensaje, el alimento del pan de la Palabra y la Eucaristía, que sacia el hambre más existencial del hombre, oremos...

v Padre, te pedimos por nuestro Obispo y nuestros sacerdotes, para que junto a ellos, todos seamos responsables para que a nadie le falte el pan material y el que es el alimento para la Vida eterna, oremos...

v Padre, te pedimos por la paz del mundo, y en especial en nuestra patria, para que, pacificando nuestros corazones, se terminen las guerras y enfrentamientos ENTRE hermanos y podamos alcanzar una auténtica y definitiva paz, oremos....

v Padre, te pedimos por tantos hermanos que se encuentran sufriendo, para que tu Palabra fortalezca sus espíritus y por nuestra ayuda fraterna, renazca en ellos la esperanza, oremos...

v Padre, te pedimos por toda nuestra comunidad, para que, en medio de las dificultades actuales, vivamos conscientes que nada TIENE poder para apartarnos de tu amor manifestado en tu Hijo, y que todo lo demás se nos dará por añadidura, oremos...

CELEBRANTE:

Padre de las misericordias, escucha las oraciones de tu Iglesia y concédenos el que siempre, y por sobre todas las cosas, busquemos en tu Hijo el único alimento para la vida eterna. Te lo pedimos por Él, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos.

PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:

Sintiéndonos pobres y necesitados ante Dios, le ofrecemos ahora nuestro compromiso a buscar sólo en Él, el alimento para nuestra vida cristiana.

Al término del “Lavatorio de Manos” y CUANDO el celebrante vuelve al centro del altar y antes de la oración siguiente, se HACE poner de pie a la asamblea

DIÁLOGO DEL PREFACIO:
Al iniciarse el Prefacio (ANTES de "El Señor esté con vosotros")

Unidos en la misma fe, demos gracias al único Señor, nuestro Dios, que nos ama profundamente y nos da a su Hijo COMOPan de Vida.

COMUNIÓN:

Habiendo sido alimentados con la Palabra, dispongámonos a participar del Cuerpo de Jesús, recordando sus palabras: "Yo soy el pan de vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed".

DESPEDIDA:

Toda Eucaristía debe significar PARA nuestra vida diaria, el compromiso de aplicarla, de vivirla. Al retirarnos es bueno que llevemos a nuestros hogares una profunda reflexión: ¿en verdad, en nuestras vidas, es el Señor el que da sentido a todas las cosas?

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