MONICIÓN DE ENTRADA
Recibid nuestra más cordial bienvenida a la Eucaristía. Celebramos hoy la Solemnidad de Santiago Apóstol. Impresiona ver cómo dejaban todo aquellos a quienes Jesús llamaba para estar junto a Él. Eran los Apóstoles ¡Qué imán tan especial debía tener Jesús! Y es que a Jesús, cuando se le conoce, ya no se puede dejar: solo seguirlo y amarlo. Santiago Apóstol es el Padre de la fe de una gran familia que habla español y portugués. Todos, en España y en Iberoamérica le debemos algo. En el siglo primero de nuestra era ya estaba Santiago por tierras de Hispania expandiendo la Palabra de Dios. Y ante sus dificultades se le apareció sobre un Pilar la Virgen María y ello enlaza con otra enorme devoción de todos los hispanos: la de la Virgen del Pilar. Iniciemos pues con júbilo nuestra celebración.
MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS
1.- "Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres" nos dice la primera lectura, que procede del Libro de los Hechos de los Apóstoles y relata la muerte de Santiago. Y es que el ministerio apostólico vive su vida en comunión con la de Jesús, su destino es ser servidor, y su vivir con humildad, riesgo, sufrimiento y entrega.
S.- Vamos a proclamar el salmo 66. Se trata de un salmo para cantarlo en la procesión de acceso al Templo. También lo cantaban los peregrinos que marchaban hacia Jerusalén. Y refleja el deseo ardiente de que todos los hombres –sean del país que sean—alaben a Dios. Repite todo el salmo una gran alegría y enorme esperanza. Esos aspectos ya vistos por los judíos contemporáneos de Jesús son perfectamente válidos para nosotros.
2.- Del Apóstol San Pablo es la segunda lectura de hoy. Y está sacada de la Segunda Carta a los Corintios, donde leemos: "este ministerio lo llevamos en vasijas de barro"; y que, realmente, guardamos en el interior de nuestra fragilidad, para que se vea que todo es gracia, todo obra de Dios, y desde esta fragilidad tenemos que anunciar la Palabra; teniendo en cuenta que no podremos hacerlo si antes no lo hemos asumido, creído y vivido.
3.- El evangelio de Mateo --leemos hoy un fragmento del capítulo 20-- nos muestra cómo en la Iglesia no puede haber rivalidades por obtener los primeros puestos. La Iglesia de Jesucristo, es una Iglesia abierta a todos; donde todos son iguales, donde se acoge al pobre, se perdona al pecador.
Lectura de Postcomunión
MONICIÓN
Bella plegaria del sacerdote navarro, Javier Leoz, sobre Santiago Apóstol. Escuchemos con fe y alegría.
¡SI; SEÑOR SANTIAGO!
Hoy, permíteme que te dé las gracias por tu gran regalo
Por poner, en nuestra tierra, la primer piedra
de ese gran edificio espiritual de Jesús de Nazaret
Déjame darte las gracias por tu valentía
incluso por haber creído de tal manera en Cristo
que te permitiste el lujo de pedir un puesto privilegiado
al lado del Padre Dios
Déjame, en esta tu fiesta,
sonrojarme ante la grandeza de tu fe
en comparación con la débil mía:
tú fiel hasta dar la vida por Cristo
yo fiel siempre y cuando no me exijan tanto.
Déjame, Señor Santiago,
darte las gracias por habernos dejado
tu encuentro con la Virgen María.
Ella, como hace tantos siglos,
sigue estando presente y ayudando
a todo aquel, a todos aquellos
que se ponen en camino
para llevar la Buena Noticia
por todos los rincones del mundo.
¡Gracias! ¡Gracias, Señor Santiago!
Exhortación de despedida
Hemos celebrado una fiesta grande y que conmemora el origen de nuestra fe. Santiago, un apóstol del Señor Jesús fue nuestro primer evangelizador. Y aquí seguimos… gracias a Dios
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