25 septiembre 2014

Misa de la familia 2. Domingo 28 septiembre

LA PARÁBOLA DEL SÍ Y EL NO
28 de septiembre de 2014
1. Mensaje:
Una cosa es lo que decimos y otra lo que hacemos. Somos así de raros. Pero Jesús nos enseñó que tenemos que unir lo que decimos con lo que hacemos y, en todo caso, al final, hacer lo bueno aunque hayamos pensado lo malo.
2. Evangelio:
En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: ¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: “Hijo, vete a trabajar en la viña”. Él le contestó: “No quiero.” Pero después se lo pensó mejor y fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: “Voy ahora mismo” Pero no fue. ¿Quién de los dos hizo lo que quería el padre? Contestaron:
- El primero.
Jesús les dijo: Os aseguro que hay muchos pecadores que se portan mejor que vosotros en el camino del reino de Dios. Porque vino Juan el Bautista a vosotros enseñándoos el buen cami- no de la justicia, y no le creísteis; en cambio, hay muchos pecadores que le creyeron. Y encima, después de ver esto, vosotros no os lo pensáis mejor y seguís sin creer la enseñanza de Juan. ¡Palabra del Señor!
3. Representación: “La conquista de mi yo”
Salen dos guerreros, uno a cada lado, con espadas. En el momento adecuado entrechocan las espadas
Narrador: Dentro de nuestras cabecitas hay dos personajillos que quieren conquistarla: uno de ellos es el capitán Novoy (Se presenta levantando la espada y con gestos de fortaleza). El otro es el príncipe Yosí (Hace lo mismo). El primero es un buen guerrero, pero tiene el peligro de ser egoísta. El príncipe Yosí, en cambio, tiene muy buen corazón, pero a veces es débil y, si se descuida, puede dominarle el capitán Novoy. Siempre están en permanente lucha (Entrechocan espadas). ¿A quién dejaremos ganar? La pelea es muy interesante.
Novoy: (Blandiendo la espada y con un balón bajo el brazo le rechaza a Yosí). ¡No, no y no! ¡No me da la gana dejarte mi balón! ¡Es mío…! (Se aleja pero luego se para y retrocede) Bueno… te lo dejo un rato (Le da el balón a Yosí y éste comienza a votarlo. Al cabo de un buen rato, pidiéndole el balón a Yosí). Ya llevas un rato jugando. ¿Me lo devuelves ahora para que juegue yo también?
Yosí: (Sigue jugando) – Vale. Ahora te lo doy (Sigue jugando mientras espera Novoy con los brazos cruzados)…
Novoy: – Ya llevas media hora ¿Me lo vas a devolver?
Yosí: Sí,sí… Ahora (Sigue jugando)
Novoy: Te estás pasando. ¿Me lo vas a devolver o no?
Yosí: Sí, sí, ahora mismo… (Sigue jugando)
Novoy: (Poniendo cara seria y blandiendo de nuevo la espada)… ¡Bueno…!
Sacerdote: ¡Quieto, Novoy! ¡Espera un poco…! A ver, niños: qué ha pasado. Quién tiene la razón…
4. Nos preguntamos
Con los niños:
• Comparar con la parábola de Jesús y que pongan ejemplos propios de ellos
• ¿Qué es mejor: decir “no quiero ir a trabajar” y luego ir, o decir “ahora voy” y luego no ir?
• Una asignatura muy importante: aprender a decir no y aprender a decir si:
Lista de cosas a las que hay que decir no (escribirlas en un cartel)
Lista de cosas a las que hay que decir si (escribirlas en un cartel)
• Momento de oración: pidiendo a Dios en torno a esas dos listas.
Con los padres:
La enseñanza principal de la parábola es que lo que importa es hacer la voluntad de Dios. Y concreta esta enseñanza con una afirmación muy fuerte: los pecadores (Jesús habla de publicanos y prostitutas) os aventajarán, porque ellos se convierten y vosotros no. Si escuchamos estas palabras como dirigidas a nosotros, podríamos traducirlas como necesidad de desinstalarnos y de ser más auténticos en nuestro cristianismo de palabra.
5. Peticiones de perdón
• Porque muchas veces no hacemos lo que prometemos hacer
• Porque somos como la lechera del cuento, que soñamos pero no hacemos
• Porque no cumplimos con nuestro deber
6. Símbolo o gesto
Presentamos, en el ofertorio, las listas escritas de las cosas a las que hay que decir SÍ y a las que hay que decir NO. O, si se prefiere, un simple cartel con un SÍ y otro con un NO.
7. Oración final
Jesús,
queremos escuchar tu voz
y seguir tus enseñanzas.
Queremos conocer tu vida, tus palabras,
tus gestos de amor verdadero.
Queremos prestar mucha atención
a lo que nos dices cada domingo en la Misa.
Queremos aprender a vivir como discípulos
y seguir tus pasos.
Abre nuestro corazón,
nuestros oídos y nuestra inteligencia,
para que podamos recibir tu mensaje
y cambiar nuestra vida.
Queremos escuchar tu voz
para vivir cada día
más cerca de Dios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario