Domingo 1° de Adviento
1-
Entrada:
Queridos jóvenes,
hoy empieza un tiempo nuevo, un nuevo año litúrgico que nos invita a renovar
nuestro seguimiento de Cristo. El Adviento que hoy comenzamos, quiere
prepararnos a la Navidad y mantenernos alertas ante el Señor que viene.
Recibamos al sacerdote y cantemos todos juntos.
(En
muchos lugares se utiliza una corona con
velas para ir marcando el ritmo de este tiempo de preparación. Cada domingo
proponemos una oración para encender la vela correspondiente, que puede hacerse
luego del saludo inicial).
Encendemos, Señor,
esta luz,
como aquél que
enciende su lámpara
para salir, en la
noche,
al encuentro del
amigo que ya viene.
En esta primera
semana del Adviento
queremos
levantarnos para esperarte preparados,
para recibirte con
alegría.
Muchas sombras nos
envuelven.
Muchos halagos nos
adormecen.
Queremos estar
despiertos y vigilantes,
porque Vos nos
traés la luz más clara,
la paz más profunda
y la alegría más verdadera.
¡Ven,
Señor Jesús!
2-
Liturgia de la Palabra:
En este nuevo año litúrgico
compartiremos las lecturas del ciclo B, donde Marcos será el evangelista que
nos acompañará. La Palabra de hoy nos invita a reconocer que somos pecadores, a
pedir la venida del Señor y a estar preparados para ella. Escuchemos con
atención.
3-
Oración de los fieles:
Elevemos nuestras
intenciones comunitarias para que lleguen a nosotros la gracia y la paz que
proceden de Dios. Digamos juntos: ¡ven, Señor Jesús!
- Por
todos los miembros de la Iglesia, para que el Espíritu nos siga colmando con
los dones de su gracia para renovar nuestro testimonio de discípulos
misioneros.
- Por
nuestro país, para que logremos una mayor fraternidad y justicia que nos
permita preservar la paz social.
- Por
los jóvenes, para que vivan siempre atentos a Jesús que quiere irrumpir en sus
vidas para darles sentido y belleza.
- Por
los que están solos, tristes o enfermos, para que la proximidad de la venida de
Cristo en Navidad, les traiga nuevo aliento y esperanza.
4-
Ofrendas:
En el momento de
las ofrendas, llevemos al altar, nuestra colecta generosa, nuestras penas y
alegrías y el pan y el vino para la Eucaristía. Acompañemos cantando.
5- Comunión:
Dios es fiel y nos
llamó a vivir en comunión con su Hijo Jesucristo. Vayamos a recibirlo cantando
alegremente.
6-
Despedida:
Al terminar esta
primera Misa de Adviento, la Iglesia nos envía a preparar la Navidad en
nuestros corazones y en los de aquellos que nos rodean. ¡Contagiemos a todos
del verdadero sentido de este tiempo! Nos despedimos cantando.
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