27 noviembre 2014

Misa con jóvenes. Primer domingo de Adviento

Domingo 1° de Adviento


1- Entrada:

Queridos jóvenes, hoy empieza un tiempo nuevo, un nuevo año litúrgico que nos invita a renovar nuestro seguimiento de Cristo. El Adviento que hoy comenzamos, quiere prepararnos a la Navidad y mantenernos alertas ante el Señor que viene. Recibamos al sacerdote y cantemos todos juntos.

(En muchos lugares se utiliza  una corona con velas para ir marcando el ritmo de este tiempo de preparación. Cada domingo proponemos una oración para encender la vela correspondiente, que puede hacerse luego del saludo inicial).

Encendemos, Señor, esta luz,
como aquél que enciende su lámpara
para salir, en la noche,
al encuentro del amigo que ya viene.
En esta primera semana del Adviento
queremos levantarnos para esperarte preparados,
para recibirte con alegría.
Muchas sombras nos envuelven.
Muchos halagos nos adormecen.
Queremos estar despiertos y vigilantes,
porque Vos nos traés la luz más clara,
la paz más profunda y la alegría más verdadera.
¡Ven, Señor Jesús!


2- Liturgia de la Palabra:

En este nuevo año litúrgico compartiremos las lecturas del ciclo B, donde Marcos será el evangelista que nos acompañará. La Palabra de hoy nos invita a reconocer que somos pecadores, a pedir la venida del Señor y a estar preparados para ella. Escuchemos con atención.


3- Oración de los fieles:

Elevemos nuestras intenciones comunitarias para que lleguen a nosotros la gracia y la paz que proceden de Dios. Digamos juntos: ¡ven, Señor Jesús!

-      Por todos los miembros de la Iglesia, para que el Espíritu nos siga colmando con los dones de su gracia para renovar nuestro testimonio de discípulos misioneros.
-      Por nuestro país, para que logremos una mayor fraternidad y justicia que nos permita preservar la paz social.
-      Por los jóvenes, para que vivan siempre atentos a Jesús que quiere irrumpir en sus vidas para darles sentido y belleza.
-      Por los que están solos, tristes o enfermos, para que la proximidad de la venida de Cristo en Navidad, les traiga nuevo aliento y esperanza.

4- Ofrendas:

En el momento de las ofrendas, llevemos al altar, nuestra colecta generosa, nuestras penas y alegrías y el pan y el vino para la Eucaristía. Acompañemos cantando.

5- Comunión:

Dios es fiel y nos llamó a vivir en comunión con su Hijo Jesucristo. Vayamos a recibirlo cantando alegremente.

6- Despedida:

Al terminar esta primera Misa de Adviento, la Iglesia nos envía a preparar la Navidad en nuestros corazones y en los de aquellos que nos rodean. ¡Contagiemos a todos del verdadero sentido de este tiempo! Nos despedimos cantando.
 


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