15 diciembre 2014

Moniciones (3). IV Domingo de Adviento, 21 diciembre

MONICIONES                
Inicial.

Nos encontramos reunidos para celebrar la Eucaristía en el cuarto y último domingo de Adviento, sintiendo ya muy cerca la Navidad, la llegada del Dios-Niño.

En estos últimos días del Adviento, María es la figura principal.  Ella con su disponibilidad, hizo posible que Dios se hiciese hombre.  Ella lo esperó con inefable amor de madre y es para la Iglesia y para todos los hombres, modelo de vida y virtudes.

Al encender el último cirio de la Corona de Adviento, queremos significar que ya estamos preparados para que Dios pueda nacer en nuestra comunidad parroquial y en nuestro corazón.  Nuestras lámparas están encendidas.  Nuestra fe, esperanza y compromiso a punto.


Primera Lectura.

Dios ha sido generoso con el rey David y lo seguirá siendo con su familia, pero Dios es gratuito.  No busca nuestras ofrendas, sino nuestra disponibilidad; no nuestros méritos, sino nuestra fe.

Segunda Lectura.

San Pablo hace un canto de alabanza a la sabiduría y la fuerza de Dios, manifestada en Jesucristo, para salvación de todos los hombres.

Evangelio.

Dios elige para nacer la pobreza y la sencillez.  María, con su disponibilidad, hace posible que los designios de Dios se cumplan.  También con nosotros cuenta Dios.  ¿Es nuestra disponibilidad como la de María; sin condiciones?    
Puestos de pie cantamos aleluya.

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