15 diciembre 2014

Oración de los Fieles (1). IV Domingo de Adviento

1.- VEN A NUESTRO CORAZÓN, SEÑOR

2.- MADRE DEL ADVIENTO, AYÚDANOS A ESPERAR A TU HIJO

PRIMERA

VEN A NUESTRO CORAZÓN, SEÑOR

Ya, clarea el día, ya se nota en la tierra que nos viene el Mesías, ya está todo preparado. Padre, confiados en tu bondad hacia tus hijos te pedimos que acojas estas súplicas:

R.- VEN A NUESTRO CORAZÓN, SEÑOR.

1.- Padre sigue animando a tu siervo el Papa Francisco para que continúe invitando al mundo a volver su rostro hacia Ti.


OREMOS

2.- Padre, te pedimos que en estas fechas consueles todos los corazones afligidos, que todos los que sufren tengan el apoyo de una mano tendida. OREMOS

3.- Padre, te pedimos por la paz en Belén y todos los territorios de Oriente Medio para que el amor que nació en el pesebre inunde los corazones llenos de odio.

OREMOS

4.- Padre, te pedimos que estas fiestas sean familiares y llenas de comprensión y amor entre todos sus miembros.

OREMOS

5.- Padre, te pedimos por todos los niños del mundo, especialmente por los más desfavorecidos, que encuentren el amor que tu les tienes, en la mirada de los que le rodean.

OREMOS

6.- Padre, te pedimos por tu pueblo que espera, para que la llegada de tu Hijo, les llene de Amor que compartir con los demás.

OREMOS

Ayuda, Padre a tu Pueblo para que viviendo el Misterio del próximo nacimiento de tu Hijo, lleve a la plenitud la semilla del Reino que el nos trajo.

Por Jesucristo nuestro Señor.

Amén.

SEGUNDA

MADRE DEL ADVIENTO, AYÚDANOS A ESPERAR A TU HIJO

Junto con María vamos a proclamar las grandezas de Dios, y por su mediación ponemos en sus manos nuestras súplicas, con la seguridad de ser escuchados.

R.- MADRE DEL ADVIENTO, AYÚDANOS A ESPERAR A TU HIJO.

1.- Tú, María, que dijiste Sí a Dios desde lo más profundo de tu corazón, haz que tu Iglesia renueve su sí de fidelidad cada día sin importarle las consecuencias que de ello puedan derivarse.

OREMOS

2.- Tú, María, que en silencio llevaste el peso de tu maternidad ante los juicios y las críticas de tus allegados, envía tu protección a los que sufren, a los que no se sienten comprendidos, a los que son objeto de malos entendidos para que se aclare su problema y vuelva a ellos la confianza perdida.

OREMOS

3.- Tú, María, que anduviste un camino incierto por un mandato de Roma, ayúdanos en nuestro caminar con tantas piedras, tantos baches, tantas caídas, para que seamos fuertes y sigamos adelante sin desfallecer.

OREMOS.

4.- Tú, María, que fuiste madre en unas condiciones tan precarias, ayuda a todas las madres que se sienten solas y desprotegidas en ese momento tan especial, para que encuentren unos brazos abiertos que les ayuden a salir de esa situación.

OREMOS

5.- Tú, María que ayudaste a salvar al mundo desde la más férrea pobreza, ayúdanos a ser generosos y cariñosos con los pobres, los parados, los marginados de la sociedad y todos los que de una u otra forma se encuentran en una situación desafortunada y dolorosa.

OREMOS

6.- Tu, María, para que contigo sintamos la cercanía del Señor que viene a salvarnos, a liberarnos y a consolarnos para que vivamos llenos de alegría.

OREMOS

Recibe nuestro agradecimiento, Señor Padre Nuestro, junto con María, la Madre de Tu Hijo, por la generosidad que has tenido mandando al mundo a tu propio Hijo para salvarnos. Queremos colaborar con Él en la tarea de la salvación.

Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.

Amén.

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