19 febrero 2015

Recursos – Domingo I de Cuaresma


PASAR DEL CONFORMISMO A…
LA NOVEDAD DE JESÚS
Tras el Miércoles de Ceniza, en el que ya presentamos la dinámica general, afrontamos hoy este domingo como una especie de “obertura” de toda la Cuaresma. Jesús, “empujado por el Espíritu” va al desierto donde discierne cuál es el camino de la “nueva creación” que Dios quiere llevar a cabo. El tema de las tentaciones –tan esencial- pasa rápido para centrarse en la predicación de la gran novedad: el Reino de Dios.
El arco iris es el símbolo de la Alianza que Dios establece tras el diluvio: comienza un tiempo nuevo que anuncia ya la gran novedad de Jesús: “no miréis el pasado… ved que está brotando algo nuevo”, dice el profeta en otro texto…(Is 43, 18-19): “Se ha cumplido el plazo. Está cerca el Reino de Dios. Convertíos y creed en el evangelio” (Mc 1,15). Es el tiempo de Cuaresma, la apertura a una “nueva etapa de evangelización” para la que es necesaria la conversión de las actitudes. Conversión al evangelio.
Lema:
DEL CONFORMISMO A…
LA NOVEDAD DE JESÚS
Color de la banda del arco iris: ROJO
1. UN TEXTO de la Evangelii Gaudium (papa Francisco): Una nueva etapa evangelizadora
“Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría. …Quiero dirigirme a los fieles cristianos para invitarlos a una nueva etapa evangelizadora marcada por esa alegría (1).
Jesucristo es siempre novedad
“Él [Jesucristo] siempre puede, con su novedad, renovar nuestra vida y nuestra comunidad y, aunque atraviese épocas oscuras y debilidades eclesiales, la propuesta cristiana nunca envejece. Jesucristo también puede romper los esquemas aburridos en los cuales pretendemos encerrarlo y nos sorprende con su constante creatividad divina” (11).
En una Iglesia abierta
“Salgamos, salgamos a ofrecer a todos la vida de Jesucristo. Repito aquí para toda la Iglesia lo que muchas veces he dicho a los sacerdotes y laicos de Buenos Aires: prefiero una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, antes que una Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a las propias seguridades. No quiero una Iglesia preocupada por ser el centro y que termine clausurada en una maraña de obsesiones y procedimientos.(Mc 6,37) (49).

2. UN POEMA
SEGUIRTE DE VERDAD
Hemos escuchado, Señor, la voz de tu Hijo,
que nos invitaba a dejarlo todo para seguirle,
y le hemos dicho que sí.
Nos hemos ido con él
a buscar un mundo donde habite la justicia.
Él nos ha recibido, Señor, en tu compañía
y por eso te llamamos Padre.
Y por eso aquí, contigo, en la confianza,
se nos suelta la lengua y te decimos nuestra alegría,
que es nuestro miedo:
es la alegría de ser tus hijos
y el miedo de no serlo bastante todavía.
Hemos dejado todo; pero, como si tuviéramos imán,
las cosas vuelven y se nos pegan.
Te seguimos, Señor, en soledad.
En el gran teatro del mundo
hacemos de peregrinos, de forasteros;
vivimos de cara a la tierra nueva y a los nuevos cielos;
vueltos a lo que aún no existe para nosotros,
vivimos con este gran hueco,
sabemos que tú no serás un espejismo.
Hemos escuchado la voz de tu Hijo
y le hemos dicho que sí,
ya que no queremos vivir para nosotros,
sino para que venga tu Reino.
Queremos vivir como los perros rastreando tu paso;
queremos vivir como los negociantes;
como los jugadores, como los policías y los ladrones,
siempre atentos, vigilantes.
Queremos vivir, Señor, como los amantes,
porque es tu amor el que nos hace atentos;
él nos lleva, como a ti, a escuchar el clamor del oprimido,
él nos lleva a servirte en el pueblo creyente y pobre,
él nos lleva a obedecer estos signos de los tiempos.
Queremos vivir en obediencia a tu voz, que nos dice “ven”
y que, cuando nos has convertido,
nos dice “ve a mi pueblo”.
(A partir de un texto de Pedro Trigo. Texto completo en “Salmos de vida y fidelidad”, Ed. Paulinas, Madrid 1988, págs. 63-65).
3. UNA CANCIÓN
“Canta para mí” ( Luis Guitarra, álbum “Desaprender”)
Canta para mí, contágiame la libertad…,
es necesaria tras los muros de este infierno.
Canta para mí, acércame a la Humanidad
en cada historia, cada acorde y cada verso.
Canta para mí y nunca dejes de buscar,
y no te canses de vivir, y no te rindas sin luchar.
Canta para mí,
y nunca olvides que tu voz vence al silencio.
Canta para mí, te escucharé en la soledad
de quien se sabe derrotada por sus miedos.
Canta para mí, y cuéntales a los demás
que cada golpe te hace más fuerte por dentro.
Canta para mí, dame razones para andar,
proponte un nuevo porvenir, implícame en la gratuidad.
Canta para mí,
y nunca olvides que tu voz vence al silencio.
Canta, canta…, tan sólo canta.
Canta para mí, porque preciso averiguar
si “lo que soy” y “a donde voy” es lo que quiero.
Canta para mí, y no me dejes olvidar
que hace algún tiempo también yo soñé tus sueños.
Canta lo que crees, canta lo que esperas, canta lo que amas…
…y aunque a veces sea con un nudo en la garganta… canta,
y aunque te parezca que ya nadie escucha nada… canta,
…y aunque a veces sientas que las fuerzas no te alcanzan… canta.

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