17 noviembre 2015

Domingo 22 noviembre: Recursos Domingo de Cristo Rey

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LOS CRISTIANOS HOY DEBEMOS APRENDER A…
VIVIR EN EL SUEÑO DE DIOS
SENTIDO DEL APRENDIZAJE
Everett Reimer decía que el mejor modo de hacer que llegue la utopía es vivir ahora como si ella ya hubiera llegado. Algo así diría Jesús: “El Reino de Dios está dentro de vosotros”. Trabajamos por el Reino de Dios en este mundo y soñamos para que llegue un día: un Reino “de amor, de justicia y de paz”. El “sueño” de Dios. Un Reino que “no es de este mundo” porque sus valores son contraculturales. Por eso el Reino de Dios “sufre violencia”. Tenemos que vivir “en” ese sueño de Dios que llevamos dentro y, al hacerlo, ya estaremos transformando la realidad en lo que ella es por derecho y por verdad. Jesús es el testigo de esa verdad. No nos queda más remedio que ser utópicos contra corriente: pací cos entre la violencia, gratuitos en medio del mercado, tiernos entre la indiferencia, justos en medio de la injusti- cia, honrados entre la corrupción, mansos entre todas las violencias, creyentes entre la desesperanza, abiertos al futuro en medio de la nada, universales entre los egoísmos de raza, lengua, color o religión. Vivir hoy “en” el sueño de Dios, el Reino.
TEXTOS
«La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para que sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar» (Eduardo Galeano).

1. “Otro mundo es posible”
«Toda la predicación de Jesús estuvo imbuida por una idea omnipresente: “el Reinado de Dios está ya presente”. Y lo hacía presente no solo con sus palabras de consuelo, anuncio y denuncia, sino con sus actitudes vitales, su compromiso y sus obras de sanación y liberación. Estos son los signos de la llegada del Mesías y del Reinado de Dios con Él, como les dijo a los discípulos del Bautista (Mt 11,2-6).
… Al nombrar Mateo el Reinado de Dios como Reino de los cielos, se ha pretendido diferir la llegada del Reino a la llegada del juicio nal, cuando “todas las cosas sean recapituladas en Cristo”. Pero Jesús ni lo vivió ni lo entendió así, al contrario, él creía rmemente que el Reino lo hacía presente con su palabra, sus curaciones y exorcismos. No es algo que vendrá, sino que ya está latente (“ya, pero todavía no”). Más aún, según el mismo Jesús, “el Reino d Dios está dentro de vosotros” (Lc 17,21) Unas palabras asombrosas, que no llegamos a comprender en toda su dimensión y potencialidad.
Este proyecto humanizador, para construir otro mundo posible, no será efectivo si no cambiamos nuestra forma de ser y actuar en la vida (conversión, metanoia en lenguaje bíblico), junto a un cambio de estructuras de pecado: salida de uno mismo hacia el otro (especialmente hacia quien sufre) siendo compasivos, solidarios; mediante una vida sencilla, sin dejarse consumir por el consumo; por medio de un compromiso con el medio ambiente, sintiéndose parte del mismo; volviéndonos hacia el misterio de Dios, para encontrarnos a nosotros mismos …
Miguel Ángel Mesa Bouzas (“Espiritualidad en tiempos de crisis”, DDB, Bilbao 2014, pp. 129-131)
2. Al acecho del Reino
Al acecho del Reino diferente,
voy amando las cosas y la gente,
ciudadano de todo y extranjero.

Y me llama Tu paz como un abismo
mientras cruzo las sombras, guerrillero
del mundo, de la Iglesia y de mí mismo.
Pedro Casaldáliga 
UNA CANCIÓN
Aprender de la experiencia para comenzar de nuevo a vivir ya el sueño posible, aunque aún no haya llegado. Si pudiésemos hacerlo… no dudaríamos en empezar de nuevo a vivir. Es nuestro reto hoy.
“No dudaría” (Antonio Flores): https://www.youtube.com/watch?v=j1fyQBFLLAY
Podemos ofrecer un Power Point con imágenes y la letra de la canción. Pedirlo a jlsabo@salterrae.es
Si pudiera olvidar todo aquello que fui,
si pudiera borrar todo lo que yo vi,

no dudaría, no dudaría volver a reír.
Si pudiera explicar las vidas que quité,
si pudiera quemar las armas que usé,
no dudaría, no dudaría en volver a reír.
Si pudiera sembrar los campos que arrasé,
si pudiera devolver la paz que quité,

no dudaría, no dudaría volver a reír.
Si pudiera olvidar aquel llanto que oí,si pudiera borrar, apartarlo de mí,
no dudaría, no dudaría en volver a reír.
Prometo ver la alegría
y escarmentar de la experiencia,
pero nunca, nunca más usar la violencia.

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