09 febrero 2016

Miércoles de Ceniza 10 febrero: Moniciones 5



MONICIÓN DE ENTRADA

El breve silencio inicial del sacerdote y de los ministros antes de empezar no ha sido un error o un titubeo. Hermanos, hemos querido iniciar esta celebración en silencio, con emoción contenida. Es Miércoles de Ceniza y nos reunirnos para iniciar juntos la Cuaresma. Se omitirá la preparación Penitencial que se realiza en la imposición de la Ceniza, que llegará después de escuchar las lecturas bíblicas y la homilía del sacerdote. Tras la explicación de la Palabra de Dios, el celebrante bendecirá la ceniza y comenzará su imposición. La Iglesia nos ofrece un rito de perdón, de reconciliación, de antiguas y entrañables resonancias, que siempre nos resultan nuevas. La imposición de la ceniza es símbolo de abrirse a la misericordia divina. La Cuaresma ha empezado. Es un tiempo de amor y de esperanza, porque nos llevará, primero, a la Cruz y, luego, a la Resurrección. Y todo ello dentro del planteamiento hermoso y fraterno del Año Jubilar de la Misericordia…




MONICIÓN SOBRE LAS LECTURAS

1.- En la primera lectura el profeta Joel transmite la Palabra de Dios que pide arrepentimiento y conversión. Pide el Señor que rasguemos los corazones y no las vestiduras. El Señor quiere que nuestra penitencia y reconciliación con Él sea auténtica y no solo de formas y ritos.

S.- El Salmo 50 es muy hermoso y durante siglos ha sido la oración especial de la Iglesia para exhibir arrepentimiento, pero también la alegría por haber recuperado la amistad de Dios. El salmista pide a Dios que el Señor le devuelva la alegría de Su salvación.

2.- Pablo de Tarso nos dice en la segunda lectura –sacada de la Segunda Carta a los Corintios que debemos dejarnos reconciliar con Dios, porque ha llegado el tiempo de gracia. No hemos de ser obstáculo para el perdón y la vuelta a la sintonía con nuestro Dios que nos salva.

3.- El texto del Evangelio de Mateo que vamos a oír es una amplia catequesis de Nuestro Señero Jesús sobre la forma de servir a Dios y a los hermanos. En silencio, sin que lo sepa nadie ya que nuestro Padre que lo ve todo nos recompensará. Y las palabras de Jesús tienen, como siempre gran actualidad, porque también a nosotros nos gustan que nos miren aquí en el templo para que todo el mundo admire nuestra piedad. No es eso. Hemos de convertirnos sinceramente, sin pensar más que en ese Padre bueno que nos recibe como al Hijo Pródigo.



IMPOSICIÓN DE LA CENIZA

SÍMBOLO:

Sería bueno que a ambos lados del sacerdote (o de aquellos que imponen la ceniza) se colocasen dos personas con dos leccionarios. Una vez que hemos recibido la ceniza, tocamos la Palabra de Dios y besamos la mano. Con ello manifestamos nuestro deseo de regirnos por ella, poniendo nuestra confianza en el Señor en este Año Santo de la Fe.

MONICIÓN DEL PRINCIPIO:

El sacerdote (los sacerdotes) nos va a imponer la ceniza en este inicio de la Santa Cuaresma como llamada a la conversión personal. A continuación, con nuestra mano derecha, tocaremos la Palabra de Dios que se encuentra abierta al lado del sacerdote, llevándola a los labios nuestra mano. Con ello simbolizaremos nuestra confianza en Dios y nuestro deseo de caminar según su Palabra en este itinerario hacia la Pascua en este Año de la Fe.

ORACIÓN PARA LA PRESENTACIÓN DE LA CENIZA

Señor, con estos recipientes llenos de ceniza, queremos presentar ante tu altar nuestro deseo de cambiar. Sobre todo, Señor, queremos que bendigas estas cenizas para que, cuando el sacerdote las ponga sobre nuestras cabezas, nos demos cuenta que para seguirte hemos de volver de ciertos caminos que nos alejan de ti y de tus mandamientos. Ojala, Señor, que estas cenizas que estos compañeros traen, nos ayuden a caer en la cuenta de que tenemos que pedir perdón, perdonar y ser más amigos tuyos.

ORACIÓN DE BENDICIÓN DE LA CENIZA

Oh Dios que no quieres la muerte del pecador, sino su arrepentimiento; escucha con bondad nuestras súplicas y dígnate bendecir esta ceniza que vamos a imponer sobre nuestras cabezas, para que, fieles a las prácticas cuaresmales, podamos llegar a con el corazón limpio a la celebración de las próximas fiestas pascuales.

Por Jesucristo nuestro Señor.

Amén.

Lectura de Postcomunión

MONICIÓN

Hoy tampoco nos falta la breve oración del padre Leoz para los momentos finales de nuestra Eucaristía. Es nuestro preludio al silencio final.



¡MISERICORDIA, SEÑOR!

En la ignorancia, seamos  palabra oportuna

En la indefinición, consejo  que ilumine

En la equivocación,  corrección cierta y clara

En la ofensa, perdón aunque  cueste y hiera

En la tristeza, una sonrisa  del que irradia felicidad

En los defectos del prójimo  paciencia que todo lo alcanza

y con los que viven o han  muerto, la oración que todo lo puede

Como Tú, Señor, siempre  misericordia

Nota: Dos formularios de Vía Crucis. Uno en la página de Moniciones del I Domingo de Cuaresma. Otro en la dedicada al Año de la Misericordia (Ver Menú Azul de la izquierda)

Exhortación de despedida

Hemos dado comienzo a la Cuaresma, que utilicemos bien este tiempo y que nuestro talante de hombres y mujeres convertidos el Señor sea, a partir de ahora, más claro para nuestros hermanos que sufren. ¡Nos necesitan!

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