08 marzo 2017

II Domingo de Cuaresma: Moniciones 2


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MONICIÓN DE ENTRADA

Os deseamos la más cordial y fraterna bienvenida a nuestra Eucaristía. Hoy es el Segundo Domingo de Cuaresma y, en nuestra celebración, la Palabra de Dios nos va a presentar el prodigio de la Transfiguración del Señor. Hecho extraordinario, pleno de aires de eternidad, con el que Jesús de Nazaret quiso apuntalar la fe de sus discípulos antes de los hechos difíciles de su Pasión y Muerte. También, hoy a nosotros Jesús nos muestra el camino de conversión, de paz y de amor que trae la Cuaresma. Y, además, sabemos –porque Él nos lo ha dicho— que el final de nuestro camino es la Resurrección, la Pascua. Por su esfuerzo y sacrificio estamos redimidos y hoy, y siempre, hemos de ser coherentes con nuestra Redención. Iniciemos alegría y esperanza la Eucaristía.




MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS

1.- En la primera lectura, del libro del Génesis, el Señor pide a Abrahán que lo deje todo para iniciar una misión enorme: crear el pueblo de Dios. A todos nosotros, alguna vez, Dios también nos pide que demos prioridad al camino que Él nos sugiere y que, así, abandonemos lo superfluo, lo que nada vale para mejor servirle a Él y a los hermanos. Hemos de tenerlo en cuenta.

S.- Para los judíos de tiempos de Jesús este salmo 32 era un himno para agradecer a Dios que vele permanente por sus criaturas. Y expresaba, además, el deseo de amar a Dios por encima de todo y enseñar a quienes no le conocen a amarle también. Es un programa perfectamente válido para nosotros.

2.- Pablo en su carta a Timoteo —que es nuestra segunda lectura-- anuncia que Jesús sacó a la luz la vida inmortal por medio del Evangelio. Es una de sus conclusiones, tras aconsejar a Timoteo que observe y siga la doctrina del Salvador. Esa luz y esa vida inmortal nos están presentes la luminosidad de la Transfiguración.

3.- El relato de San Mateo sobre la Transfiguración, en el evangelio que vamos a escuchar, es sencillamente emocionante. Desde el relato de la escena, plena de luz y de aires de eternidad, hasta la ingenuidad de Pedro que pretende continuar allí para siempre. Jesús quiso mostrar a sus discípulos la Gloria, antes de iniciar el camino hacia su muerte redentora.

MONICIÓN

El sacerdote navarro, don Javier Leoz, nos entrega hoy este bello poema para los momentos finales de nuestra Eucaristía.

¡QUE SALGA, SEÑOR!

Que no me quede bajo las bóvedas

de un mundo fácil que todo lo contamina

que todo lo desvirtúa

que todo lo confunde

que todo lo frivoliza

¡QUE SALGA, SEÑOR!

Que no me pierda, ni un solo Domingo, 

este momento de paz y de gracia

de amor y de Palabra

de presencia y de perdón

que es la Eucaristía.

¡QUE SALGA, SEÑOR!

Exhortación de despedida

La Transfiguración es un mensaje para todos. Para los apóstoles y para nosotros también, hoy. Es un mensaje de Eternidad que debe incrementar nuestra fe y nuestra esperanza.

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