24 marzo 2017

IV Domingo Cuaresma: ¿Qué me quiere decir Jesús hoy?

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Ahora es un ciego quien al encontrarse con Jesús, recupera su vista y cambia su vida. Pero los fariseos no pueden soportar que Cristo gane más seguidores y les haga perder importancia ante la comunidad. En pocas palabras; se mueren de envidia. Y además de no querer creer en el milagro de Jesús, quieren encontrar en este hecho bueno, algo malo para criticarlo. Así que juzgan que Jesús hizo mal en curar al ciego en sábado, día del Señor. Pero para el ciego y para la gente sencilla, su vida ha cambiado, ahora creen en el Salvador.

Nosotros a veces también actuamos como los fariseos: nos creemos mejores que los demás, y andamos buscando qué criticar hasta en lo bueno que hacen otros. Esta soberbia y orgullo, no nos permiten aceptar a Cristo, reconocer y arrepentirnos de nuestros pecados y estar en paz.
En cambio, en un corazón sencillo, Jesús puede entrar y “devolverle la vista”, para reconocer sus fallos y ver lo bueno que hay en los demás. Cuando vemos con los ojos de Jesús, siempre podemos descubrir algo bueno en todos los que nos rodean y en todo lo que nos sucede.
En esta Cuaresma dejemos que Cristo nos “devuelva la vista”. Con un corazón sencillo revisemos nuestra conciencia, busquemos la confesión y digámosle “sí” a Jesús en cada comportamiento de nuestro día.
¿Ya me confesé en esta Cuaresma? ¿He leído y reflexionado la Palabra de Dios para “ver” el camino que he de seguir en mi vida?

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