10 marzo 2017

Tiempo oportuno

Bendito seas, Padre, por este tiempo tan oportuno, 
para la conversión y el encuentro, que Tú concedes gratis 
a todos tus hijas e hijos que andamos desorientados 
por los caminos de la vida.
Bendito seas, Padre, porque llamas a cada hombre y mujer,
sea cual sea su historia o su vida, a emprender cada día,
de manera más personal y consciente, 
su compromiso de seguir a Jesús,
tu Hijo y nuestro Hermano.

Bendito seas, Padre, por despertarnos de nuestros dulces sueños,
tan vaporosos e infecundos, por interpelarnos en lo radical de la vida,
por liberarnos de nuestras falsas seguridades, 
por poner al descubierto nuestros ídolos secretos 
que tanto defendemos e intentamos justificar.
Bendito seas, Padre, porque nos das tu Espíritu,
el único que puede convertirnos,
el único que puede darnos un corazón de hijos,
el único que puede atravesar nuestros pensamientos,
el único que puede  guiarnos por la senda del Evangelio,
el único que hace posible nuestra vuelta a tu seno.
¡Bendito seas, Padre, por este tiempo tan propicio!
Ulibarri  Fl.

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