11 octubre 2017

Domingo 15 octubre: Catequesis

Resultado de imagen de Mateo 22, 1-14
Lecturas: Isaías 25, 6-10a; Salmo 22; Filipenses 4, 12-14.19-20; Mateo 22, 1-14
La parábola de la fiesta de bodas
Jesús comenzó a hablarles otra vez por medio de parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo, diciéndoles: “El reino de Dios es como un rey que hizo una fiesta para la boda de su hijo. Mandó a sus criados que fueran a llamar a los invitados, pero éstos no quisieron asistir. Volvió a mandar otros criados, encargándoles: “Digan a los invitados que ya tengo preparada la comida. Mandé matar mis reses y animales engordados, y todo está listo; que vengan a la boda. Pero los invitados no hicieron caso. Uno de ellos se fue a sus terrenos, otro se fue a sus negocios, y los otros agarraron a los criados del rey y los maltrataron hasta matarlos.
Entonces el rey se enojó mucho, y ordenó a sus soldados que mataran a aquellos asesinos y quemaran su pueblo. Luego dijo a sus criados: “Todo está para la boda, pero aquellos invitados no merecían venir. Vayan, pues, ustedes a las calles principales, e inviten a la boda a todos los que encuentren.” Los criados salieron a las calles y reunieron a todos los que encontraron malos y bueno; y así la sala se llenó. “Cuando el rey entró se fijó en un hombre que no iba vestido contraje de boda. Le dijo: “Amigo, ¿cómo has entrado aquí, si no traes traje de boda?’ Pero el otro se quedó callado. Entonces el rey dijo a los que atendían las mesas: “Atenlo de pies y manos y échenlo a la oscuridad de afuera, donde llorará y le rechinarán los dientes. Porque muchos son los llamados, pero pocos los escogidos. (Mateo 22: 1‐14)
Reflexión
¿Te parece raro que los invitados no quieran ir a la boda del hijo del rey? ¿Qué haces cuando te invitan a ti? ¿Cómo te preparas? Jesús dice que El invita a todos a su banquete; nadie debe quedar fuera, pero todos deben responder con respeto y prepararse bien. Todos estamos invitados a la mesa de la Eucaristía, al banquete de Dios. No hace falta tener dinero ni ser importante, pero si saber quien nos llama e ir preparados y reconocer la grandeza de esta invitación Dios nos invita a todos a su fiesta. Solamente tenemos que prepararnos y acudir.
Actividad
Prepara una invitación para alguien que no asiste a la Eucaristía y motívalo a prepararse adecuadamente para la celebración. En la página siguiente encontraras ideas.
Oración
Señor, tu llama a todos a tu mesa. Enséñanos a no hacer distinciones, sino a acoger y dar bienvenida a todos, como hijos queridos tuyos. Ayúdanos a prepararnos adecuadamente para la fiesta de la Eucaristía. Amén.

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