Una petición necesaria
Virgen de la Reconciliación:
Muéstranos al Padre cada día,
y a Cristo, que vive en los hombres.
Ayúdanos a comprender las exigencias
del Sermón de la Montaña.
Ayúdanos a comprender las exigencias
del Sermón de la Montaña.
Que seamos sal de la tierra,
luz del mundo,
levadura de Dios para la historia.
Enséñanos a vivir sencillamente
Enséñanos a vivir sencillamente
la fecundidad de las Bienaventuranzas.
Que seamos pobres y misericordiosos,
limpios de corazón y serenos en la cruz,
hambrientos de justicia
limpios de corazón y serenos en la cruz,
hambrientos de justicia
y hacedores de la paz.
Que gritemos al mundo
«Dios es nuestro Padre»
y «todo hombre es nuestro hermano»,
y asumamos sus angustias y esperanzas.
Que enseñemos a los hombres
descreídos y amargados,
descreídos y amargados,
que sólo confían en la ciencia y en las armas,
y viven la explosiva tentación de la violencia,
que «la paz es posible todavía,
y viven la explosiva tentación de la violencia,
que «la paz es posible todavía,
porque es posible el amor». Amén ...
(Mons. E. Pironio)
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