31 marzo 2013

Últimas imágenes y vídeos publicados en el Blog


* Vigilia Pascual 2013
Vídeo Vigilia Pascual 2013
Vídeo Vigilia Pascual II-Marzo 2013
Vídeo Vigilia Pascual. Marzo 2013
Vídeo Domingo de Ramos. Marzo 2013
* Viernes Santo 2013
* Jueves Santo 2013
Domingo de Ramos 2013
Inauguración Semana charlas Cuaresmales 2013

Vigilia Pascual. Parroquia La Inmaculada








Vigilia Pascual en la Parroquia de La Inmaculada

A las 23,00 horas de esta noche pasada, cientos de fieles se daban cita en la Parroquia para celebrar la Noche de todas las Noches, la Fiesta de todas las Fiestas.
Cantamos y proclamamos que Dios es Nuestro Señor. Se nos invitó a llevar la Palabra de Dios a todos los que se encuentran cerca y lejos de nosotros; a ser testigos del Amor de Dios y compartir ese Amor con todos los demás.
Tras todo lo vivido durante esta Semana Santa, la Fraternidad Franciscana de la Parroquia de La Inmaculada de Valladolid les desea FELICES PASCUAS DE RESURRECCIÓN!!
Para ver las fotos de la Vigilia Pascual, pinche en la imagen inferior.

Domingo de Resurrección


Hoy es 31 de marzo. Celebramos el Domingo de Resurrección.
Hoy un grito resuena en toda la creación, y nace, renace la comunidad cristiana. Cristo ha resucitado, poco a poco voy desde las sensaciones al corazón. Desde la apariencia a la profundidad, dejo que la vida renacida recorra mis venas. Al ritmo de mi respiración me dispongo para dejarme llevar por el movimiento, en el que me adentra hoy la palabra. Espíritu de Jesús, pon colirio en mis ojos, tantas veces despistados, purifica mi manera de ver, necesito descubrir su presencia resucitada.
La lectura de hoy es del evangelio de Juan (Jn 20, 1-9):
El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.
Echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien tanto quería Jesús, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.»
Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no por el suelo con las vendas, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos.
A veces me sucede lo mismo que a María de Magdala, cuando la realidad parece darme un puntapié, cuando la ausencia machacante de quien amo, me deja sin argumentos, cuando el fracaso pone freno a mis ilusiones, cuando creo que el mundo se detiene y el futuro me amenaza con derrumbarse, entonces me viene la tentación de hundirme, de aceptar la derrota, de bajar los brazos. Pero también entonces puedo, como ella, ponerme en marcha y seguir buscando, aunque sea a oscuras y lo haga entre sepulcros.
Quizás en ese momento salir y hacer camino sea la oportunidad de descubrir que él no está aquí, que la muerte ha sido vencida. Y de estrenar con pasión nueva la relación con él, con los suyos, con su proyecto y de correr a dar la buena noticia a mis hermanos. Que no es Jesús muerto, sino Cristo vivo quien nos sale al encuentro y nos seduce, quien nos saca del vacío para ir más lejos.
Dedico unos instantes a recordar momentos de mi pequeña historia, en los que he podido decir, con alegría y asombro, “es el Señor, ha resucitado”. ¿Cómo puedo ser testigo y cauce de esa presencia resucitada y resucitadora para mis hermanos?
Al leer de nuevo el evangelio, me fijo en que amanece el primer día de la semana, comienza la nueva creación. De la mano de María, seco las lágrimas que nublan mis ojos. Con Pedro y Juan corro y renuevo mi confianza en que hay un movimiento que lleva a ver. Una manera de mirar que conduce hasta el corazón del misterio y hace posible entender las escrituras y creer.
Voy despidiendo este rato de oración. Me siento criatura nueva. Doy gracias al Padre por haber resucitado a Jesús, por haber hecho brillar su luz en la noche de la historia. En unión con todos los cristianos del mundo, intuyo que en Cristo ha comenzado a realizarse mi resurrección y la resurrección de cada ser humano. Hasta que Dios sea todo en todos. Pido humildemente al espíritu resucitado que me enseñe a descubrir su presencia. Que me muestre la manera de ser cauce de su alegría y que me conceda el gozo de escuchar cada día de sus labios: “Déjate llevar”.
Déjate llevar

Todo se mueve y se renueva.
Se mueve el sol, la luna y la tierra, el átomo y la estrella.
Se mueve el aire, el agua, la llama, la hoja.
Se mueve la sangre, el corazón, el cuerpo, el alma.
Todo se mueve, nada se repite.
Todo es calma y danza,
quietud en movimiento.
Lo que no se mueve se muere,
pero incluso en lo que muere todo se mueve.
Se mueve el Espíritu de Dios,
energía del amor,
verdor de la Vida.
Se mueve Dios, el Misterio que todo lo mueve
y lo impulsa al amor y la belleza.
Déjate llevar.
Fuente: Alforjas de Pastoral

Avisos parroquiales



1.    Les recordamos que el próximo sábado,  día 6 de abril, nuestra Parroquia de la Inmaculada tiene programada una peregrinación desde la Iglesia de la Paz, de la Plaza de España, hasta la iglesia de San Andrés. Iniciaremos la marcha a las 18.30. Al finalizar la procesión, tendremos una celebración de la Eucaristía. Estamos todos invitados.

2. Durante los domingos de Pascua tendremos en la parroquia el ejercicio del “ VÍA LUCIS”. Será a las 19.30,  sustituyendo al rosario de la tarde. Estamos todos invitados.

¡¡La Resurrección en trece verbos!!


“Des-corazonarse”. Los discípulos estaban descorazonados, desalentados. Estaban interiormente como muertos. Hasta que el Resucitado se les aparece y vuelven a sentir latir sus corazones. La resurrección nos devuelve un corazón nuevo, donde el aliento suple al desaliento. Ahora ya respiran y vuelven a soñar. Has resucitado.

“Des-animarse”. Estaban muertos. Les faltaba alma. Y al verlo de nuevo, el alma se les vuelve al cuerpo. ¡Todos necesitamos que el alma vuelva a animarnos por dentro y hacernos revivir! Cuando lo vieron, volvieron a vivir. ¿Tú no necesitas “animarte? Has resucitado.


“Des-esperarte”. La esperanza se había quedado enterrada con él en el sepulcro. Ahora, al verlo la esperanza vuelve a renacer. ¿Verdad que necesitas recobrar la esperanza perdida? Has resucitado.

“Des-favorecer”. Se sentían como abandonados, encerrados en su soledad. Al verlo, sienten que otra vez son los favorecidos de Dios. La visita del Resucitado es el mejor favor. ¿No necesitaríamos sentirnos más favorecidos de Dios? Has resucitado.

“Des-heredados”. Los discípulos se sentían sin nada. Sin la familia que dejaron y sin el Jesús al que siguieron por el que renunciaron a todo. Y golpe, vuelve a recuperar lo que creían haber perdido. Jesús vuelve a ser su mayor riqueza. ¿No necesitaremos sentirnos ricos por el Jesús que está con nosotros? Hemos resucitado.

“Des-graciados”. Se sentía sin nada. Sin gracia. Solos con su desilusión. El Resucitado, los vuelven a convertir sus “agraciados”. ¿Verdad que muchas veces nos sentimos unos desgraciados? Necesitamos sentirnos los “agraciados de Dios”. Has resucitado.

“Des-ilusionar”. ¿Mayor desilusión que sentir que lo han perdido? ¿Mayor desilusión que ir a un sepulcro y para colmo encontrarlo vacío? Todos vivimos demasiadas ilusiones que matan nuestro espíritu. Necesitamos que El vuelva a hacer de nuestros corazones una primavera de ilusiones y esperanzas. Has resucitado.

“Des-consolar”. Están desconsolados. Encerrados y las puertas atrancadas. Su ánimo por los suelos. Y cuando El se les aparece, les cuesta creer “por la alegría de verle”. ¿No estás necesitado del consuelo de Dios y de los demás? Has resucitado.

“Des-alentar”. Tan desalentados que ni se atreven a salir a la calle. Los de Emaús van tristes por el camino. Y el Resucitado los hace respirar profundo. “¿No ardía nuestro corazón? ¿Verdad que estás demasiado desalentado y no ves futuro en tu vida? Necesitas verlo de nuevo en tu vida.

“Des-amar”. Sienten que le han fallado. Ya no sienten su amor y amistad. Y la resurrección les hace sentir que El no está enojado, que los sigue amando. Que tu corazón no se quede vacío de amor. Has resucitado.

“Des-preciar”. Sienten que ya no son nada. Sin El no son nada. Pero el Resucitado les devuelve ese sentimiento de que son importantes. Los renueva con su espíritu y les encomienda su misión. Pase lo que pase, jamás te devalúes. Tú siempre seguirás siendo importante. Has resucitado.

“Des-encantar”. Se sienten defraudados de sí mismos. Pero al verlo, de nuevo sienten que el encanto vuelve a florecer en sus vidas. No pierdas nunca tu aprecio y estima. Incluso si los demás no te miran a la cara. El Resucitado te está diciendo que todavía hay ilusiones y esperanzas para ti. Has resucitado.

“Des-solidarizar”. Ya el grupo comienza a resquebrajarse. Dos ya han emprendido el camino de sus casas. Están juntos pero no son solidarios entre ellos. Cada uno está rumiando su propia desilusión. Uno de los signos pascuales es que tú te solidarices con los que ya están solos, tristes, sin el alma en el cuerpo. Has resucitado.

Bueno, creo se ha pasado alguno. Pero vivir la Pascua, vivir la Resurrección es volver a ser esa primavera de corazones, de amor, de esperanza, atención al otro, de sentirte heredero con El, de alentarte y alentar a los demás, de devolver el encanto a tu vida, y de hacerte solidario con los marginados y excluidos. Esa es la Pascua hoy en tu vida. Esa es la Resurrección hoy en tu vida. Has resucitado.

¡FELICES PASCUAS DE RESURRECCIÓN A TODOS LOS RESUCITADOS!

Evangelio del día, 31 de marzo



Evangelio según San Juan 20,1-9. 
El primer día de la semana, de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue al sepulcro y vio que la piedra había sido sacada. 
Corrió al encuentro de Simón Pedro y del otro discípulo al que Jesús amaba, y les dijo: "Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto". 
Pedro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro. 
Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió más rápidamente que Pedro y llegó antes. 
Asomándose al sepulcro, vio las vendas en el suelo, aunque no entró. 
Después llegó Simón Pedro, que lo seguía, y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo, 
y también el sudario que había cubierto su cabeza; este no estaba con las vendas, sino enrollado en un lugar aparte. 
Luego entró el otro discípulo, que había llegado antes al sepulcro: él también vio y creyó. 
Todavía no habían comprendido que, según la Escritura, él debía resucitar de entre los muertos. 


¡¡JESÚS VIVE!!



Acción de gracias

Es justo que aclamemos tu nombre, Padre santo,
y te bendigamos de corazón,
es lo que nos corresponde hacer
en esta fiesta de resurrección y vida.
Aunque todavía vivimos en una penumbra de fe,
te damos gracias porque vislumbramos ya
un amplio horizonte de esperanza.
Hoy celebramos la pascua,
el paso por nuestra historia de Jesús
y cantamos gozosos el aleluya.
Creemos que él sigue viviendo en Ti,
de igual forma que Tú, su Padre y fuente de vida,
viviste siempre en él.
Jesús nos ha descubierto que esta fiesta
también puede ser nuestra propia pascua de liberación
si pasamos de nuestros egoísmos
y nos decidimos a vivir plenamente para los hermanos.
Gracias, Padre Dios.
Por todo ello te bendecimos
y cantamos en tu honor este himno de alegría.

30 marzo 2013

Fotos Viernes Santo. Parroquia La Inmaculada

Viernes Santo Parroquia La Inmaculada

El tiempo y la ternura


Sólo la espera serena
y la caricia del sol
lograron con su ternura
hacer del capullo flor.
Gracias por tu larga espera
y tu ternura, mi Dios,
por ellas he conocido
que eres más fuerte que yo.
Un corazón sin ternura
es como un día sin sol.
Ternura y misericordia
son dones tuyos, Señor.
María Isabel Pereda

Reflexión: Velar en silencio


No sé si seremos capaces todavía de estar en silencio. Esta sería la mejor ocasión para ello. Velar en silencio.
Aguardar en la noche, encendiendo la lámpara del silencio. Dejarnos sorprender por el misterio sumergidos en el terreno del silencio.
Prepararnos a la luz desde las profundidades del silencio.
En este punto las palabras son inútiles.
Pertenecen al mundo viejo, condenado ya a muerte. Además, con todos nuestros abusos, las hemos gastado. Han perdido su brillo. Se han reducido a simple ruido. «Palabras habladas», que ya no dicen nada.

Hundámoslas en el sepulcro de Cristo. Tapémonos la boca, al menos en esta circunstancia.
No empañemos la luz que nace con el estruendo de nuestros discursos. Correríamos el riesgo de apagarla o, al menos, de no percibirla. Hemos hablado, charlado, gritado, discutido demasiado.
Y lo único que hemos logrado es aumentar la confusión, complicar las cosas más sencillas, embarullarlo todo, profanar el misterio. Así no se puede seguir.
Llevamos el luto del silencio, porque hemos matado, junto con la Palabra, las palabras.
En el sepulcro de Cristo, guardado por el silencio, también pueden resucitar nuestras palabras decrépitas. Nacer nuevas, aptas para contar un mundo nuevo.
Palabras pequeñas, trasparentes, modestas, no ruidosas, las únicas que pueden narrar las «maravillas» cumplidas por el Señor. No ya «palabras habladas», sino «palabras que hablan». «Estaba junto a la cruz de Jesús su madre...» (Jn 19, 25).
María, no hemos tenido coraje para llegar, contigo y con las otras mujeres, hasta allí. Nos hemos dispersado enseguida, después de tantos discursos altisonantes.
Ahora, afortunadamente, ya no tenemos nada que decir, ninguna declaración que hacer.
Queremos solamente, si nos aceptas, estar contigo en silencio, y esperar contigo este segundo y asombroso nacimiento.
Permite que tu silencio envuelva nuestras almas, caliente nuestros corazones, encienda nuestros rostros apagados o asustados.
No queremos molestar, ni hacernos pesados.
Sólo, respetar el carácter sagrado de esta noche, cantando quizás en silencio.
Haznos conscientes de que a la piedra no la derrumbará un trueno pavoroso.
Sólo se notará -como en el caso de Elías, en el umbral de la cueva del Horeb- el susurro de un «suave silencio».
Y tras ese susurro saldrán también, milagrosamente despertadas, prodigiosamente intactas, nuestras palabras, convertidas en palabras de la «nueva creación».
Saldremos a su encuentro con las puntas de los pies.
Tras esta trepidante vigilia de silencio quizás logremos no profanarlas, respetarlas, guardarlas celosamente, no empañar su resplandor. Las trataremos con delicadeza, con pudor. Ya no las manipularemos a nuestro antojo.
Si las palabras tienen que proclamar el anuncio pascual, el silencio constituye su necesaria preparación. Como si se tratara de un presagio del acontecimiento inaudito.

De A. Prozanto

Horario Sábado Santo Parroquia La Inmaculada



9,00-13,00: Confesiones

10,00: Vía Crucis

18,00-20,00: Confesiones

23,00: Vigilia Pascual.

Pregón de la Gran Fiesta


Hermanos cristianos,
vigías que avizoráis las tinieblas y la oscuridad,
¿qué hay de la noche?
¿De la noche del odio, la opresión y la mentira;
de la noche del hambre, del frío y las chabolas;
de la noche de la soledad, del fracaso,
del alcohol y de la droga;
de la noche del dolor y de la muerte?
Compañeros de vigilia, ¿qué hay de esta noche?
No echéis acorrer.
No dejéis apagar vuestras luces.
No abandonéis vuestro puesto de adelantado
y guardián de la noche.
Esta noche va a poner fin a todas vuestras noches.
Si esperáis un momento vigilando,
veréis correr y alejarse para siempre y huir
a los asesinos que venden su justicia,
a los mentirosos que ahogan su verdad,
a los que, firmes, os proponían la huida,
a los que han engordado con vuestra hambre,
vuestro frío y vuestro afán.
Si mantenéis la esperanza,
veréis a los desamparados y a los tristes,
a los angustiados y a los doloridos,
quedarse con vosotros y sonreír, y abrazaros, y esperar.
Esta noche de maravillas y prodigios,
noche de fiesta y de cantares,
es noche más brillante que el sol.
Esta noche esperamos al sol sin ocaso, al día sin noche,
a la luz sin tinieblas, al fuego que abrasa y renueva el amor.
Mirad, hermanos, miradle, helo que viene,
el que violó las puertas de la muerte,
el que amó la justicia y aborreció la maldad.
Aquí llega:
Vedle, que está ya detrás de los muros,
atisbando nuestra alegría.
Viene de la muerte, Cristo, el Señor.
Cristianos hermanos, levantaos y caminad.
Que no puede ya asustarnos la noche.
Huid de la conformidad y de la estrechez, de los complejos,
el miedo y la cobardía.
Renace la tierra.
Y toda la Iglesia revive y se engalana un año más:
resucitó Cristo nuestra esperanza.
Sigue vivo para damos la vida. Nada se ha perdido.
Todo se amontona en nuestras manos,
y en Cristo vivo todo se salvará.
Arbeloa, V. M., Cantos de fiesta y lucha, Ed. Sígueme, Salamanca 1976. 

29 marzo 2013

Jueves Santo en la Parroquia de La Inmaculada

Jueves Santo. Parroquia La Inmaculada

En tu Cruz


En tu cruz

En tu cruz, Señor,
sólo hay dos palos,
el que apunta como una flecha al cielo
y el que acuesta tus brazos.
No hay cruz sin ellos
y no hay vuelo.
Sin ellos no hay abrazo.
Abrazar y volar.
Ansias del hombre en celo.
Abrazar esta tierra
y llevármela dentro.
Enséñame a ser tu abrazo.
Y tu pecho.
A ser regazo tuyo
y camino hacia Ti
de regreso.
Pero no camino mío,
sino con muchos dentro.
Dime cómo se ama
hasta el extremo.
Y convierte en ave
la cruz que ya llevo.
¡O que me lleva!
porque ya estoy en vuelo.
Ignacio Iglesias, sj

Reflexión: Ante el Crucificado


Siguiendo una antiquísima tradición romana, el Viernes Santo no se celebra la Eucaristía sino una solemne liturgia que tiene como centro la Pasión y la Muerte del Señor.
Siempre me ha impresionado, dentro de esta celebración, la liturgia sobria y profunda de la adoración de la Cruz, de inspiración probablemente oriental.
En primer lugar, el descubrimiento progresivo del Crucificado y la repetida invitación a la adoración. Luego, la procesión de todos los fieles hacia la Cruz, mientras se canta el admirable himno "Crux fidelis". Por fin, el beso emocionado de cada creyente al Cristo muerto.
No es un momento de tristeza. Para los creyentes es momento de hondo recogimiento donde se entremezclan, de manera difícil de expresar, el agradecimiento, la adoración, el arrepentimiento.
Ese gran teólogo y gran creyente que fue Karl Rahner nos ha desvelado su alma orante en ese precioso libro que lleva por título "Oraciones de vida ".
Tal vez su oración nos pueda ayudar también a nosotros a acercarnos esa tarde del Viernes Santo al Dios crucificado:
"¿En dónde podría yo refugiarme con mi debilidad, con mi dejadez, con mis ambigüedades e inseguridades... sino en Ti, Dios de los pecadores comunes, cotidianos, cobardes, corrientes?".
"Mírame, Señor, mira mi miseria. ¿A quién podría huir sino a Ti?
¿Cómo podría soportarme a mí mismo si no supiera que Tú me soportas, si no tuviera la experiencia de que Tú eres bueno conmigo?".
"Mi pecado no es grandioso, es tan cotidiano, tan común, tan corriente que incluso puede pasar inadvertido... Pero qué hastío suscita mi miseria, mi apatía, la horrible mediocridad de mi buena conciencia.
Sólo Tú puedes soportar tal corazón.
Sólo Tú tienes aún para mí un amor paciente.
Sólo Tú eres más grande que mi pobre corazón".
"Dios santo, Dios justo, Dios que eres la Verdad, la Fidelidad, la Sinceridad, la justicia, la Bondad... ten compasión de mí... Soy un pecador, pero tengo un deseo humilde de tu misericordia gratuita".
"Tú no te cansas en tu paciencia conmigo. Tú vienes en mi ayuda. Tú me das la fuerza de comenzar siempre de nuevo, de esperar contra toda esperanza, de creer en la victoria, en tu victoria en mí en todas las derrotas, que son las mías".
Este año tal vez nuestro beso al Crucificado puede ser un poco más sincero y profundo.

Viernes Santo


Dentro de tu grito en la cruz caben todos nuestros gritos,
desde el primer llanto del niño
hasta el último quejido del moribundo.
Desde tu grito lanzado al cielo encomiendan su vida
en las manos del Padre
todos los que se sienten abandonados
en un misterio incomprensible.
Desde el desconcierto lanzado como queja
de los que experimentaron tu amor
alguna vez pero se sienten abandonados ahora,
y sólo en la lucha contigo esperan su salida,
desde todas las noches del espíritu,
llega hasta tus manos de Padre nuestro grito.
En este grito tuyo último,
dolor de hombre y dolor de Dios,
inclinamos agotados la cabeza
y te entregamos el espíritu,
cuando llegamos a nuestros límites,
donde se extinguen los esfuerzos y los días
y donde empezamos a resucitar contigo.

Horario Viernes Santo Parroquia La Inmaculada




08,00: Vía Crucis y Procesíón.

09,00-13,00: Confesiones.

18,00: Celebración de la MUERTE DEL SEÑOR




Foto: Libertad Digital

28 marzo 2013

Horario Jueves Santo, Parroquia La Imaculada




JUEVES SANTO:

- 9,00 a 13,00: Confesiones

10,00: Vía Crucis

17,30: Eucaristía rezada

19,00: Celebración de la Cena del Señor.

23,00: Hora Santa

Evangelio del día, 28 marzo




Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 13, 1-15

Antes de la fiesta de Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre, El, que había amado a los suyos que quedaban en el mundo, los amó hasta el fin.
Durante la Cena, cuando el demonio ya había inspirado a Judas Iscariote, hijo de Simón, el propósito de entregarlo, sabiendo Jesús que el Padre había puesto todo en sus manos y que Él había venido de Dios y volvía a Dios, se levantó de la mesa, se sacó el manto y tomando una toalla se la ató a la cintura. Luego echó agua en un recipiente y empezó a lavar los pies a los discípulos y a secárselos con la toalla que tenía en la cintura.
Cuando se acercó a Simón Pedro, éste le dijo: «¿Tú, Señor, me vas a lavar los pies a mí?»
Jesús le respondió: «No puedes comprender ahora lo que estoy haciendo, pero después lo comprenderás».
«No, le dijo Pedro, ¡Tú jamás me lavarás los pies a mí!»
Jesús le respondió: «Si Yo no te lavo, no podrás compartir mi suerte».
«Entonces, Señor, le dijo Simón Pedro, ¡no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza!»
Jesús le dijo: «El que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque está completamente limpio. Ustedes también están limpios, aunque no todos». Él sabía quién lo iba a entregar, y por eso había dicho: «No todos ustedes están limpios».
Después de haberles lavado los pies, se puso el manto, volvió a la mesa y les dijo: «¿comprenden lo que acabo de hacer con ustedes? Ustedes me llaman Maestro y Señor, y tienen razón, porque lo soy. Si Yo, que soy el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros. Les he dado el ejemplo, para que hagan lo mismo que Yo hice con ustedes».

27 marzo 2013

Vídeo Domingo de Ramos en nuestra Parroquia

Semana Charlas Cuaresmales

El martes día 12 de marzo, el Arzobispo de Valladolid se acercó a nuestra Parroquia de La Inmaculada para inaugurar la Semana de las Charlas Cuaresmales en este año de la Fe.Aquí tenemos unas fotos del encuentro:
Semana charlas Cuaresmales


Fotos Domingo de Ramos en nuestra Parroquia

El pasado domingo día 24 de marzo, muchos fieles de nuestra Parroquia y de otras cercanas, se dieron cita a las 11,00 de la mañana para llevar a cabo la tradicional Bendición de los Ramos y la Procesión al interior del Templo. Aquí tenéis todas las fotos del encuentro.Pincha en la imagen para ver todas las imágenes.
Domingo de Ramos, 24 marzo

Evangelio del día 27 de marzo


Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 26, 14-25

Uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a ver a los sumos sacerdotes y les dijo: «¿Cuánto me darán si se lo entrego?» Y resolvieron darle treinta monedas de plata. Desde ese momento, Judas buscaba una ocasión favorable para entregarlo.
El primer día de los Ácimos, los discípulos fueron a preguntar a Jesús: «¿Dónde quieres que te preparemos la comida pascual?»
Él respondió: «Vayan a la ciudad, a la casa de tal persona, y díganle: "El Maestro dice: Se acerca mi hora, voy a celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos"».
Ellos hicieron como Jesús les había ordenado y prepararon la Pascua.

Al atardecer, estaba a la mesa con los Doce y, mientras comían, Jesús les dijo: «Les aseguro que uno de ustedes me entregará».
Profundamente apenados, ellos empezaron a preguntarle uno por uno: «¿Seré yo, Señor?»
Él respondió: «El que acaba de servirse de la misma fuente que Yo, ése me va a entregar. El Hijo del hombre se va, como está escrito de él, pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre será entregado: más le valdría no haber nacido!»
Judas, el que lo iba a entregar, le preguntó: «¿Seré yo, Maestro?» «Tú lo has dicho», le respondió Jesús.

26 marzo 2013

SEMANA SANTA EN NUESTRA PARROQUIA: JUEVES SANTO



JUEVES SANTO:

- 9,00 a 13,00: Confesiones

- 10,00: Vía Crucis

- 17,30: Eucaristía rezada

- 19,00: Celebración de la Cena del Señor.

- 23,00: Hora Santa

Reflexión Jueves Santo

Reflexión Jueves Santo

Evangelio del día, 26 de marzo


Jesús, estando en la mesa con sus discípulos, se estremeció y manifestó claramente:
«Les aseguro
que uno de ustedes me entregará».
Los discípulos se miraban unos a otros, no sabiendo a quién se refería.
Uno de ellos -el discípulo al que Jesús amaba- estaba reclinado muy cerca de Jesús. Simón Pedro le hizo una seña y le dijo: «Pregúntale a quién se refiere». Él se reclinó sobre Jesús y le preguntó: «Señor, ¿quién es?»
Jesús le respondió: «Es aquel al que daré el bocado que voy a mojar en el plato».
Y mojando un bocado, se lo dio a Judas, hijo de Simón Iscariote. En cuanto recibió el bocado, Satanás entró en él. Jesús le dijo entonces: «Realiza pronto lo que tienes que hacer».
Pero ninguno de los comensales comprendió por qué le decía esto. Como Judas estaba encargado de la bolsa común, algunos pensaban que Jesús quería decirle: «Compra lo que hace falta para la fiesta», o bien que le mandaba dar algo a los pobres. Y en seguida, después de recibir el bocado, Judas salió. Ya era de noche.
Después que Judas salió, Jesús dijo:
«Ahora el Hijo del hombre ha sido glorificado
y Dios ha sido glorificado en Él.
Si Dios ha sido glorificado en Él,
también lo glorificará en sí mismo,
y lo hará muy pronto.
Hijos míos,
ya no estaré mucho, tiempo con ustedes.
Ustedes me buscaran,
pero Yo les digo ahora
lo mismo que dije a los judíos:
“A donde Yo voy,
ustedes no pueden venir"».
Simón Pedro le dijo: «Señor, ¿a dónde vas?»
Jesús le respondió: «Adonde Yo voy, tú no puedes seguirme ahora, pero más adelante me seguirás».
Pedro le preguntó: «¿Señor, por qué no puedo seguirte ahora? Yo daré mi vida por ti».
Jesús le respondió: «¿Darás tu vida por mí? Te aseguro que no cantará el gallo antes que me hayas negado tres veces».

25 marzo 2013

Semana Santa: Para colorear y una catequesis o clase de Reli






Recursos Semana Santa para los más peques

La Semana Santa para los niños de Infantil:


  • ENTRADA EN JERUSALÉN.
  • JESÚS EN EL TEMPLO Y CONSPIRACIÓN
  • ÚLTIMA CENA
  • JESÚS EN EL HUERTO DE LOS OLIVOS
  • JESÚS ES CONDENADO
  • MUERTE DE JESÚS
  • RESURRECCIÓN DE JESÚS
  • Vía Crucis



    La Semana Santa



    Recursos: ¡Alegría! ¡Jesús Resucitó!

    Evangelio del día, 25 marzo


    Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 12, 1-11

    Seis días antes de la Pascua, Jesús volvió a Betania, donde estaba Lázaro, al que había resucitado. Allí le prepararon una cena: Marta servía y Lázaro era uno de los comensales.
    María, tomando una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, ungió con él los pies de Jesús y los secó con sus cabellos. La casa se impregnó con la fragancia del perfume.
    Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar, dijo: «¿Por qué no se vendió este perfume en trescientos denarios para dárselos a los pobres?» Dijo esto, no porque se interesaba por los pobres, sino porque era ladrón y, como estaba encargado de la bolsa común, robaba lo que se ponía en ella.
    Jesús le respondió: «Déjala. Ella tenía reservado este perfume para el día de mi sepultura. A los pobres los tienen siempre con ustedes, pero a mí no me tendrán siempre».
    Entre tanto, una gran multitud de judíos se enteró de que Jesús estaba allí, y fueron, no sólo por Jesús, sino también para ver a Lázaro, al que había resucitado. Entonces los sumos sacerdotes resolvieron matar también a Lázaro, porque muchos judíos se apartaban de ellos y creían en Jesús, a causa de él.

    24 marzo 2013

    Para la reflexión: Ante el crucificado


    Detenido por las fuerzas de seguridad del Templo, Jesús no tiene ya duda alguna: el Padre no ha escuchado sus deseos de seguir viviendo; sus discípulos huyen buscando su propia seguridad. Está solo. Sus proyectos se desvanecen. Le espera la ejecución.
    El silencio de Jesús durante sus últimas horas es sobrecogedor. Sin embargo, los evangelistas han recogido algunas palabras suyas en la cruz. Son muy breves, pero a las primeras generaciones cristianas les ayudaban a recordar con amor y agradecimiento a Jesús crucificado.
    Lucas ha recogido las que dice mientras está siendo crucificado. Entre estremecimientos y gritos de dolor, logra pronunciar unas palabras que descubren lo que hay en su corazón: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen". Así es Jesús. Ha pedido a los suyos "amar a sus enemigos" y "rogar por sus perseguidores". Ahora es él mismo quien muere perdonando. Convierte su crucifixión en perdón.
    Esta petición al Padre por los que lo están crucificando es, ante todo, un gesto sublime de compasión y de confianza en el perdón insondable de Dios. Esta es la gran herencia de Jesús a la Humanidad: No desconfiéis nunca de Dios. Su misericordia no tiene fin.
    Marcos recoge un grito dramático del crucificado: "¡Dios mío. Dios mío! ¿por qué me has abandonado?". Estas palabras pronunciadas en medio de la soledad y el abandono más total, son de una sinceridad abrumadora. Jesús siente que su Padre querido lo está abandonando. ¿Por qué? Jesús se queja de su silencio. ¿Dónde está? ¿Por qué se calla?
    Este grito de Jesús, identificado con todas las víctimas de la historia, pidiendo a Dios alguna explicación a tanta injusticia, abandono y sufrimiento, queda en labios del crucificado reclamando una respuesta de Dios más allá de la muerte: Dios nuestro, ¿por qué nos abandonas? ¿no vas a responder nunca a los gritos y quejidos de los inocentes?
    Lucas recoge una última palabra de Jesús. A pesar de su angustia mortal, Jesús mantiene hasta el final su confianza en el Padre. Sus palabras son ahora casi un susurro: "Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu". Nada ni nadie lo ha podido separar de él. El Padre ha estado animando con su espíritu toda su vida. Terminada su misión, Jesús lo deja todo en sus manos. El Padre romperá su silencio y lo resucitará.
    Esta semana santa, vamos a celebrar en nuestras comunidades cristianas la Pasión y la Muerte del Señor. También podremos meditar en silencio ante Jesús crucificado ahondando en las palabras que él mismo pronunció durante su agonía.
    José Antonio Pagola
    Fuente: Alforjas de Pastoral

    Ideas simples para estimular la creatividad

    Estimular la Creatividad

    Revista "Iglesia en Valladolid"

    Aquí os dejamos la Revista Iglesia en Valladolid correspondiente a la segunda quincena del mes de marzo.



    Domingo de Ramos en la Parroquia



    Hoy día 24 de marzo, celebramos el Domingo de Ramos, la fiesta que abre las puertas de la Celebración de la Pasión y la Resurrección de Jesús.

    10,30 horas: Se entregarán los Ramos de Laurel en la Calle Italia.
    11,00 horas: Bendición de los Ramos a la entrada de la Iglesia y, posteriormente procesión al interior de la misma y comienzo de la Eucaristía.

    Juego: La Pascua es...


    Fuente: Las Melli

    Avisos Parroquiales


    1.    El día 6 de abril, sábado, nuestra Parroquia de la Inmaculada realizará una peregrinación desde la Iglesia de la Paz, de la Plaza de España, hasta la iglesia de San Andrés. Lo haremos dentro de la dinámica del Año de la Fe. La iglesia de San Andrés ha sido elegida en la Diócesis por ser San Andrés el primer apóstol llamado por el Señor. En esta iglesia se encuentra el llamado “Cristo de la Fe”. Allí, al finalizar la procesión, a las 6 de la tarde, celebraremos la Eucaristía del segundo domingo de Pascua. Estamos todos invitados.

    2.     Les recordamos que al fondo de la iglesia disponen de hojas informativas en las que aparece El Programa de Semana Santa de la Parroquia con el horario de las celebraciones de estos días. Pueden llevarlas a sus casas.

    3.    También disponen de la hoja diocesana “IGLESIA EN VALLADOLID” correspondiente a la segunda quincena del mes de Marzo.

    Domingo de Ramos, Evangelio del día




    Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas19, 28-40

    Jesús siguió adelante, subiendo a Jerusalén. Cuando se acercó a Betfagé y Betania, al pie del monte llamado de los Olivos, envió a dos de sus discípulos, diciéndoles: «Vayan al pueblo que está enfrente y, al entrar, encontrarán un asno atado, que nadie ha montado todavía. Desátenlo y tráiganlo; y si alguien les pregunta: "¿Por qué lo desatan?", respondan: "El Señor lo necesita"». Los enviados partieron y encontraron todo como Él les había dicho. Cuando desataron el asno, sus dueños les dijeron: «¿Por qué lo desatan?» Y ellos respondieron: «El Señor lo necesita». Luego llevaron el asno adonde estaba Jesús y, poniendo sobre él sus mantos, lo hicieron montar. Mientras Él avanzaba, la gente extendía sus mantos sobre el camino. Cuando Jesús se acercaba a la pendiente del monte de los Olivos, todos los discípulos, llenos de alegría, comenzaron a alabar a Dios en alta voz, por todos los milagros que habían visto. Y decían: «¡Bendito sea el Rey que viene en nombre del Señor! ¡Paz en el cielo y gloria en las alturas!» Algunos fariseos que se encontraban entre la multitud le dijeron: «Maestro, reprende a tus discípulos». Pero Él respondió: «Les aseguro que si ellos callan, gritarán las piedras».