03 febrero 2014

Títeres-teatro Evangelio para el V Domingo del Tiempo Ordinario

“Que su luz brille para que todos alaben a Dios”: Mt 5, 13-16
 PERSONAJES: JUANITO SARITA JESÚS 
1ª Escena
 Juanito saluda efusivamente a todos los niños con una linterna encendida, y se encuentra con Sarita. Ambos tienen gafas oscuras en sus ojos o una venda que les impide ver.

JUANITO: ¡Hola niños! ¡Desde hoy quiero ser luz para todos, como lo decía Jesús en el evangelio. Ya no más oscuridades, si necesitan luz, llámenme y listo!
SARITA: ¡Hola Niños! ¡Hola Juanito! Como te parece que ya gané el primer examen de matemáticas del colegio, ¡saqué cinco! Y me eligieron como la representante de todos los grupos. Estoy feliz.
JUANITO: Que bueno, pero yo ya no quiero estudiar. Me voy a dedicar a alumbrar al mundo con esta linterna, porque hoy Jesús nos dijo que teníamos que ser luz.
SARITA: No Juanito, yo creo que lo que él quiso decir, es que tenemos que ser los mejores en todo. Tenemos que ocupar siempre los primeros puestos en todas las actividades, ser reconocidos como los que más sepamos, los más juiciosos, los mejores hijos,… como si fuéramos otros dioses como él. Sólo así, podemos ser luces en el mundo.
JUANITO: jajajaja. ¿Ser otros dioses?, ¿Entonces los que no son tan tesos como tú, no pueden ser luz? Yo creo que sólo es cuestión de coger esta linterna y alumbrar mucho a todos. ¡Así de sencillo!
 2ª Escena
 En ese momento llega Jesús y los saluda, pero ellos no lo pueden ver.
JESÚS: ¡Un saludito a todos! ¡Hola Juanito y Sarita!
SARITA: Niños, esa es la voz de Jesús, pero no lo puedo ver, ¿ustedes sí? ¿Dónde está?, pero si quiera que ya puedo ser luz como él, porque tengo muchos logros.
JUANITO: Hay Dios mío, yo tampoco lo veo, pero que rico que llegó. Por lo menos que se dé cuenta de que yo ya estoy aplicando el evangelio de hoy.
JESÚS: ¿Seguros que no me pueden ver? ¿De verdad quieren ser luz para el mundo?
SARITA Y JUANITO: ¡Sí ya soy!
JESÚS: Pues no es ni lo uno, ni lo otro. 
Ser luz no es simplemente ser los mejores en todo. Es importante ser muy responsable y alcanzar las metas, pero es más especial, lograrlas con Dios. Y mucho menos es tener una lámpara todo el día. Es mantener encendido el amor de Dios en el corazón, de tal forma que siempre los demás vean que sí es posible vivir en la luz de Dios.
SARITA Y JUANITO: ¡Queremos verte Jesús! ¡Queremos que tú seas la luz de nuestro corazón!
Jesús les quita las vendas o las gafas y les pega en su pecho un corazón de color amarillo, que simboliza la luz del corazón.
JESÚS: Dejen que brille mi amor en su corazón, y mi Luz será más grande que sus oscuridades. Dejen que sus vidas sean luz para los demás, para que descubran este amor grande de Dios para todos. Recuerden: no son las propias luces, sino la luz de Dios la que debe brillar.
SARITA Y JUANITO: Niños: ¿Quiénes quieren ser luz de Dios en el mundo? ¿Quiénes quieren un corazón que brille con la luz de Dios?
¡Jesús tú eres nuestra luz!

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