30 septiembre 2015

Domingo 4 octubre: Música – Domingo XXVII de Tiempo Ordinario

«NO ES BUENO QUE EL HOMBRE ESTÉ SOLO»
“Dios todopoderoso y eterno,
que con amor generoso desbordas los méritos y deseos
de los que te suplican,

derrama sobre nosotros tu misericordia,
para que libres nuestra conciencia de toda inquietud
y nos concedas aun aquello que no nos atrevemos a pedir”
(O. Colecta)
Ambientación musical: “Siempre en la vida hay algo que crear”. Versión orquestal en Música para el silencio y la oración, de C. Erdozáin (Ed. Emlo).
Dios y el hombre están unidos mediante una alianza perfecta. La unión del hombre y la mujer, símbolo de la unión entre Dios y su pueblo, nos lleva a vivir el amor en plenitud, a celebrar el encuentro con el otro, a vivir la comunicación y la confianza sin reservas, a aceptar y reconocer al otro tal cual es. Ojala aprendamos todos a respetar la dignidad de la mujer, «carne de nuestra carne», tal como Dios quiere. Pero, además, la dimensión humana y cristiana del amor no se agota en las buenas relaciones, sino que las trasciende poniéndose al servicio de los hermanos, especialmente de los más necesitados.
Canto de entrada: “Reúne, Señor, a tu Iglesia” en el CD Hacia la Pascua (Ed. San Pablo) MD 189; o bien, “Juntos marchamos a ti” CLN 431.
Salmo Responsorial: “Que el Señor nos bendiga todos los días de nuestra vida”; o bien, “Como brotes de olivo” MD 205; CLN 528.
Procesión de ofrendas: “Te presentamos el vino y el pan” CLN H 3
Santo: CLN I 7 (C. Erdozáin).
Comunión: Acerquémonos a la mesa del banquete a recibir a Dios con el alma limpia y el corazón abierto al amor a los hermanos. Cantamos: “Bendigamos al Señor” MD 182; CLN 707; o bien, “Donde hay caridad y amor” MD 179; CLN O 26.
Antonio Alcalde Fernández

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