Domingo 4° de Adviento – (20
de diciembre de 2015)
1-
Entrada:
A pocos días de la
Navidad celebramos esta Eucaristía acompañando a María que nos trae a Jesús en
su seno. Que el Espíritu Santo nos haga bendecir a Dios como lo hizo Isabel.
¡Por eso, cantemos de corazón!
Nota: se ha hecho común
en nuestra liturgia utilizar una corona de velas para marcar el ritmo del
Adviento. Les proponemos aquí una manera de encender la cuarta vela. En el
guión para niños ofrecemos otra forma de hacerlo para que tengan dos opciones.
También pueden buscar más alternativas en internet.
Después
de venerar el altar y saludar a la asamblea, el sacerdote, desde la sede, dice:
El cuarto domingo
de Adviento está dedicado a la Madre del Señor y al misterio de la encarnación
que se realizó en ella para la salvación del mundo. Estamos invitados a hacer
nuestra la respuesta de María: “Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí
según tu palabra”; y el Señor habitará con nosotros. Por eso decimos: Alégrate,
Iglesia, porque hoy recibís, como María, a Jesucristo, que se hace presente en
el sacramento del altar por obra del Espíritu Santo. Bendita tu entre todos los
pueblos de la tierra, porque caminas con Cristo en tu seno al encuentro de
todas las gentes necesitadas de luz. Que el Señor nos conceda caminar junto con
Él, luz de luz, que vive y reina por los siglos de los siglos. R/. Amén.
Un
miembro de la asamblea previamente designado enciende cuatro cirios de la
corona del Adviento. Mientras, puede cantarse otra estrofa del canto de entrada
o “Madre de todos los hombres, enséñanos a decir Amén”. Sigue el acto
penitencial.
2-
Liturgia de la Palabra:
María nos trae en su
vientre a Jesús, que viene a cumplir la voluntad del Padre para nuestro mundo.
Él es luz, salvación y paz. ¡Prestemos atención!
3-
Oración de los fieles:
Queridos hermanos
necesitamos con urgencia una nueva venida de Jesús. Recémosle con confianza
diciendo: Señor, traé al mundo tu paz.
- Por el
Papa Francisco, para que lo fortalezcas en su misión y pueda colaborar de
manera eficaz en lograr la pacificación del mundo.
- Por
los pueblos y las religiones, para que encuentren siempre caminos de diálogo y
respeto y eviten la violencia y la intolerancia.
- Por
nuestra patria, para que todos los argentinos, a pesar de nuestras diferencias,
podamos caminar juntos hacia un futuro mejor.
- Por
nuestra comunidad parroquial, para que la inminente venida de Jesús nos haga
cada vez más hermanos y podamos dar buen testimonio a todo nuestro barrio.
- Por
nuestras familias, para que en estas fiestas se refuercen verdaderamente los
vínculos de amor.
4-
Ofrendas:
María ofrendó todo
su ser para traer a Jesús al mundo. Llevemos también nosotros nuestras ofrendas
al altar para renovar su presencia. Acompañemos cantando.
5- Comunión:
Cuando Isabel
percibió a Jesús en el seno de María se llenó de alegría. ¿Qué nos pasa a
nosotros cuando lo recibimos en la Eucaristía? Vayamos a su encuentro cantando
con entusiasmo.
6-
Despedida:
En cuatro días
llegará la Noche Buena, pensemos cómo queremos vivirla, qué le queremos pedir a
Jesús y qué corazón le ofreceremos para que nazca. Cantémosle juntos a mamá
María.
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