15 diciembre 2015

IV Domingo de Adviento. Misa con niños



Domingo 4° de Adviento – (20 de diciembre de 2015)


1- Entrada:

Queridos chicos aquí estamos nuevamente reunidos ya casi al final de este camino de Adviento, nos queda muy poco tiempo para los últimos preparativos, por eso hoy la invitación es clara: tener fe y hacer la voluntad de Dios. Empecemos por alabarlo cantando de corazón.

Nota: se ha hecho común en nuestra liturgia utilizar una corona de velas para marcar el ritmo del Adviento. Les proponemos aquí una manera de encender la cuarta vela. En el guión para jóvenes ofrecemos otra forma de hacerlo para que tengan dos opciones. También pueden buscar más alternativas en internet.

Luego del saludo inicial la persona designada enciende las velas que corresponden mientras el sacerdote o el guía dice:

Al encender estas cuatro velas, en el último domingo,
pensamos en ella, la Virgen,
tu madre y nuestra madre.
nadie te esperó con más ansia,
con más ternura, con más amor.
Nadie te recibió con más alegría.
te sembraste en ella
como el grano de trigo se siembra en el surco.
En sus brazos encontraste la cuna más hermosa.
También nosotros queremos prepararnos así:
en la fe, en el amor y en el trabajo de cada día.
¡Ven pronto, Señor. Ven a salvarnos!


2- Liturgia de la Palabra:

El encuentro de dos amigas, es fruto y expresión de la fe en Dios. Escuchemos con atención quiénes se encontraron y qué pasó…


3- Oración de los fieles:

La fe nos trae la alegría de la esperanza. Por eso, ahora presentamos a Dios nuestras necesidades con mucha fe diciendo: queremos cumplir tu Palabra.

-      Para que la Iglesia se renueve.
-      Para que nazca Jesús en nuestra sociedad.
-      Para que sepamos ser solidarios.
-      Para que se proteja a los niños que aún no nacen.

 

4- Ofrendas:

Como María fue al encuentro de su prima para servirla, nosotros llevamos al altar junto a las ofrendas, nuestras vidas y nuestros deseos de hacer la voluntad de Dios. Cantamos.

5- Comunión:

Vayamos al encuentro de nuestro amigo Jesús. Recibámoslo en nuestra casa, como hicieron María e Isabel, comulgar es un abrazo de sincera amistad. Acompañamos este momento cantando.

6- Despedida:

Chicos, nos despedimos pero en la alegría y la esperanza porque ya podemos empezar a sentir el gozo de la Navidad. El árbol está listo y el pesebre también… vayamos a terminar de preparar nuestro corazón para que sea una cunita suave para el niñito Dios. Nos retiramos cantando.
 



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