27 enero 2016

Domingo 31 enero: Recursos – Domingo III de Tiempo Ordinario

JESÚS, ABRAZO DE PAZ A TODA LA HUMANIDAD
Apropiarse a Jesús, hacerle rey y levantar banderas contra banderas. ¡Nosotros no podemos ser menos que los de Cafarnaún! ¡Jesús es más nuestro que vuestro, porque él es de aquí…! La codicia religiosa y cultural, como dice la carta de Santiago, es la fuente de todas las violencias. A Jesús «lo empujaron fuera del pueblo… con intención de despeñarlo»…
Este domingo mantiene todavía el eco de tantos niños, adolescentes y jóvenes que, en tantos centros educativos y no educativos, incluso muchos adultos, que han celebrado el “día de la paz y la no violencia activa”. En nombre de este Jesús que nos anuncia hoy un Dios más allá de las fronteras de Israel, un Dios de Nahamán el sirio y de la viuda de Sarepta, nosotros hoy queremos abrazar también al mundo con el mismo abrazo de paz que ofrece Jesús a toda la humanidad.
Rito de la comunión
Oración del Señor
Hoy es un día, por tanto, propicio para orar el Padre Nuestro dándonos todos juntos la mano, manteniéndonos así, todos unidos, a lo largo del “rito de la paz”.
Rito de la paz

Antes de invitar el sacerdote a darse el gesto de paz de la asamblea, en el momento de la oración, se trae al medio de la asamblea una bola del mundo, cuanto mayor, mejor, y más aún si puede estar ilumi- nado desde dentro. Y se recita la oración de la paz.
Sacerdote:
Señor Jesús,
Que nos dijiste:
“la paz os dejo, mi paz os doy”:
no tengas en cuenta nuestras agresividades y violencias,
nuestra falta de tolerancia y comprensión,

nuestro deseo de tener tanto o más que los demás,
nuestras incoherencias…
Todos: HAZNOS, SEÑOR, INSTRUMENTOS DE TU PAZ.
Míranos como pueblo, no como individuos,
todos juntos, unidas nuestras manos.

A pesar de nuestra debilidad,
creemos con la fe de toda la Iglesiay queremos comprometernos por la paz
en casa, en el barrio,
en la ciudad, en el mundo.
Todos: HAZNOS, SEÑOR, INSTRUMENTOS DE TU PAZ.
Creemos, Señor, en tu Palabra,
en la promesa que hiciste a nuestros padres,ya desde Abraham hasta nosotros,
de un mundo entero reconciliado.
Es lo que te pedimos hoy
aportando nuestras pobres promesas.
Concédenos la paz y la unidad.
Todos: HAZNOS, SEÑOR, INSTRUMENTOS DE TU PAZ.
Y todos se dan un gesto de paz
Fracción del pan
A modo de monición:
El gesto de la fracción del pan es un gesto importante de la liturgia y, sin embargo, pasa desapercibido a pesar de que su antigüedad se remonta, no ya sólo a la última cena, sino a las primeras “liturgias” cristianas, a las que se las nombraba como “la fracción del pan” (Hech 2,42). Es el signo doble –sacramental- de la unidad (el pan que se parte y reparte: un mismo pan para todos) y de la entrega (el cuerpo “partido” del Señor). Queremos hoy también, en ese abrazo de paz del señor Jesús, signi car la unidad de la asamblea –el pan repartido y compartido- que anuncia la fraternidad universal de la mesa común de la humanidad.
El sacerdote dice:
«Te damos gracias, nuestro Padre, por la vida y la cien- cia que nos enseñaste por Jesús, tu Hijo y Siervo: A Ti la gloria en los siglos. Como este pan fue repartido sobre los montes, y, recogido, se hizo uno, así sea recogida tu Iglesia desde los límites de la tierra en tu Reino porque tuya es la gloria y el poder, por Jesucristo, en los siglos» (Didajé)
Y se realiza el gesto de la “fracción del pan”
En la comunión, si no se utilizan las canciones que se sugieren más abajo, puede cantarse la canción “Cristo, pan de vida”, de Antonio Alcalde, cuya partitura facilitamos en hoja aparte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario