30 enero 2016

Profeta rechazado por su pueblo


 

“Y empezó a decirles: «Hoy les llegan noticias de cómo se cumplen estas palabras proféticas.»
Todos lo aprobaban y se quedaban maravillados, mientras esta proclamación de la gracia de Dios salía de sus labios. Y decían: «¡Pensar que es el hijo de José! » Jesús les dijo: «Seguramente ustedes me van a recordar el dicho: Médico, cúrate a ti mismo. Realiza también aquí, en tu patria, lo que nos cuentan que hiciste en Cafarnaún. »
Y Jesús añadió: «Ningún profeta es bien recibido en su patria. En verdad les digo que había muchas viudas en Israel en tiempos de Elías, cuando el cielo retuvo la lluvia durante tres años y medio y un gran hambre asoló a todo el país. Sin embargo Elías no fue enviado a ninguna de ellas, sino a una mujer de Sarepta, en tierras de Sidón. También había muchos leprosos en Israel en tiempos del profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, el sirio. » Todos en la sinagoga se indignaron al escuchar estas palabras; se levantaron y lo empujaron fuera del pueblo, llevándolo hacia un barranco del cerro sobre el que está construido el pueblo, con intención de arrojarlo desde allí. Pero Jesús pasó por medio de ellos y siguió su camino.»” 
Lc. 4, 21-30
Pistas para la reflexión
  • El texto de este evangelio es la continuación de la escena bíblica donde Jesús proclama su misión. En la sinagoga de Nazaret, Jesús había elegido para comentar un texto del profeta Isaías que anunciaba la venida del Mesías Liberador, ungido por el Espíritu para dar una Buena Noticia a los pobres.
  • Al comentar el texto Jesús anuncia que las palabras proféticas de Isaías se cumplen (en él y en su misión). En un primer momento la gente recibe con entusiasmo sus palabras pero al escuchar mejor las enseñanzas de Jesús lo rechazan.
  • Jesús les señala que otros profetas han sido maltratados anteriormente, y les recuerda como Elías y Eliseo, dos importantísimos profetas de los tiempos del Antiguo Testamento, habían llevado su mensaje y ayudado a dos extranjeros, la viuda de Sarepta y el leproso Naamán.
  • Los asistentes a la sinagoga, vecinos y conocidos de su pueblo, se indignan con sus palabras y lo echan del pueblo para matarlo, pero Jesús, demostrando su autoridad, pasa entre ellos y prosigue su camino, comenzando a anunciar la Buena Noticia por los pueblos de Galilia.
Para compartir con nuestra comunidad
Preguntas para partir de la vida
  • ¿Quiénes eran los profetas en el Antiguo Israel? ¿Qué misión tenían? ¿Qué profetas recordamos?

Preguntas para profundizar el evangelio
  • Buscar en la Biblia los episodios comentados por Jesús del profeta Isaías y del profeta Eliseo (ver los libros 1 y 2 Reyes):
         – Elías y la viuda de Sarepta
         – Eliseo y el leproso Naamán
  • ¿Qué sucede en ambos relatos? ¿Qué presentan en común? ¿Por qué Jesús los eligió para su comentario? ¿Qué relación tiene con su práctica y su predicación?

Preguntas para pensar en la oración
  • ¿Reconocemos a Jesús? ¿Somos fieles a su mensaje de apertura a todos los hombres sin discriminaciones?

Para orar juntos 
Tú eres el Dios del Reino,
Dios de la Vida y la Historia,
que nos convocas a hacer un mundo nuevo.
Dios del Reino
que nace desde los pobres a todos,
Dios del Reino
de la Justicia anhelada,
Dios del Reino
de la Solidaridad.
Tú eres el Dios del Reino,
enséñanos a descubrir sus caminos,
y danos fuerzas para ser fieles
y construirlo con nuestras vidas,
superando los conflictos
y dificultades que nacen
de ser fieles a tu Proyecto, Señor.
Ningún profeta es bien recibido
en su patria …
– Que así sea –
Marcelo A. Murúa

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