(Misa con niños, catequistas y padres)
Prepara: Javier Leoz
“El triunfo de una mujer”
1. MONICIÓN DE ENTRADA
Nos reunimos, amigos y hermanos, para celebrar unos de los Misterios más importantes y populares de la Virgen María: su Asunción a los cielos.
¿Qué hizo María para merecer tal privilegio? ¿Qué hizo María para que, el Señor, no la dejase en el surco de la tierra?
Ella, asciende entre cánticos a lo más alto del cielo y, a la vez, nos enseña el premio que nos espera si, como cristianos, servimos a Dios con alegría y con sencillez. En este Año de la Misericordia, contemplamos esta fiesta como el premio y la corona que Dios coloca en la cabeza de María por su constancia y perseverancia. Nos ponemos de pie y cantamos.
2. PERDÓN
2.1. Nuestra vida no es clara como la de María. La manchamos constantemente. Señor ten piedad
2.2. Nuestra voluntad no es firme como la de María. Solemos flaquear en nuestros ideales. Cristo ten piedad
2.3. Nuestra mirada no es transparente como la de María. Buscamos recompensas. Señor ten piedad
3. MONICIÓN A LAS LECTURAS
Hoy, en esta solemnidad de la Asunción, las tres lecturas nos hablan de una mujer prodigiosa, elegida y que –desde antiguo- estaba llamada y destinada a ser la morada del Señor durante nueve meses.
Que la Palabra de Dios que vamos a escuchar nos anime también a nosotros a trabajar con empeño por la presencia de Jesús en nuestro mundo.
4. PETICIONES
4.1. Por la Iglesia. Para que a modelo de María sepa presentar el rostro amoroso de Jesús a todos los hombres y mujeres de nuestro tiempo. Roguemos al Señor.
4.2. Por nuestra parroquia. Por todas las iglesias que celebran en este día su onomástica; es decir tienen como titular a la Virgen María. Roguemos al Señor.
4.3. Por todas las personas que llevan el nombre de María. Para que sepan elegir y ver la escalera que conduce desde la tierra hacia el cielo. Una escalera que es la fe: Roguemos al Señor.
4.4. Por todos nosotros. Para que busquemos la perfección. Para que no nos dejemos engañar por falsos dioses. Para que miremos la entrada que María utiliza para disfrutar de la presencia de Dios. Roguemos al Señor.
4.5. Por todos nuestros difuntos. Para que Dios les haga gozar de la eternidad mientras nosotros les recordamos y les rezamos desde la tierra. Roguemos al Señor.
5. OFRENDAS
5.1. Con esta corona o copa, queremos simbolizar el trofeo que Dios concede a María por su obediencia, disponibilidad, sencillez y entrega.
5.2. Con la palabra “FE”, queremos también pedirle al Señor que nos ayude a hacer de nuestra vida una ofrenda permanente a su reino y a su hijo Jesús.
5.3. Con el pan y el vino traemos, en las manos de María, la masa que hará rico el pan y el vino que llenará el cáliz del Señor. Que sea todo para alabanza del Señor y sustento de nuestra vida cristiana.
6. ORACIÓN
¡SUBES AL CIELO, VIRGEN MARIA!
Por tu obediencia y por tu fe
Por tu gracia y tu ternura
Por tu alegría y tu disponibilidad
Por tu amor y tu entrega
Por tu pobreza y tu sencillez
Por tu apertura y tu valentía
Por tu fuerza y tu constancia
Por tu pureza y tu virginidad
Por tu oración y tu esclavitud
Por tu confianza y tus pruebas
Por tu fidelidad y tus alabanzas
Por tu transparencia y tu sonrisa
Por tu maternidad y tu acogida
Por tu belleza interior y tu corazón
Por tus miras al cielo
Por tu escucha de la Palabra
Por tu meditación de los misterios
Por tus caminos sembrados de Dios
Por tus manos llenas de caricias a Jesús
Por tu alma traspasada por el Espíritu
Por tus ojos iluminados por la Gracia
Por tu cuerpo, templo del mismo Dios
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