12 octubre 2016

Domingo 16 octubre: Guión Litúrgico 1


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16 DE OCTUBRE DE 2016
Liturgia de las Horas - Primera Semana del Salterio

R I T O S    I N I C I A L E S

CANTO DE ENTRADA.
Dios nos convoca, venid y escuchemos su voz.  La mesa ha preparado su pan es salvación.  Gracias Señor por ser tus invitados.

Venid celebrad la palabra, venid acoged la verdad. Y en hermandad cantad la Nueva Alianza.  
   
SALUDO Y  MONICIÓN.

ACTO PENITENCIAL.

GLORIA.

ORACIÓN COLECTA.

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA.
Lectura del libro del Éxodo 17, 8-13.


En aquellos días, Amalec vino y atacó a Israel en Refidín.
Moisés dijo a Josué: «Escoge unos cuantos hombres, haz una salida y ataca a Amalec.  Mañana yo estaré en pie en la cima del monte, con el bastón de Dios en la mano».
Hizo Josué lo que le decía Moisés, y atacó a Amalec; entretanto, Moisés, Aarón y Jur subían a la cima del monte.
Mientras Moisés tenía en alto las manos, vencía Israel; mientras las tenía bajadas, vencía Amalec.  Y, como le pesaban los brazos, sus compañeros tomaron una piedra y se la pusieron debajo, para que se sentase; mientras Aarón y Jur le sostenían los brazos, uno a cada lado.
Así resistieron en alto sus brazos hasta la puesta del sol.
Josué derrotó a Amalec y a su pueblo, a filo de espada.  
     PALABRA DE DIOS

SALMO RESPONSORIAL. Salmo 120.
Antífona: El auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra. 

Levanto mis ojos a los montes: ¿de dónde me vendrá el auxilio? El auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra.

No permitirá que resbale tu pie, tu guardián no duerme; no duerme ni reposa el guardián de Israel.

El Señor te guarda a su sombra, está a tu derecha; de día el sol no te hará daño, ni la luna de noche.

El Señor te guarda de todo mal, él guarda tu alma; el Señor guarda tus entradas y salidas, ahora y por siempre.

SEGUNDA LECTURA. 
Lectura de la segunda carta del apóstol San Pablo a Timoteo  3, 14--4,2.

Querido hermano:
Permanece en lo que aprendiste y creíste, consciente de quiénes lo aprendiste, y que desde niño conoces las Sagradas Escrituras: ellas pueden darte la sabiduría que conduce a la salvación por medio de la fe en Cristo Jesús.
Toda Escritura es inspirada por Dios y además útil para enseñar, para argüir, para corregir, para educar en la justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto y esté preparado para toda obra buena.
Te conjuro delante de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a vivos y muertos, por su manifestación y por su reino: proclama la palabra, insiste a tiempo y a destiempo, arguye, reprocha, exhorta con toda magnanimidad y doctrina.
 PALABRA DE DIOS

ALELUYA.
Antífona: La palabra de Dios es viva y eficaz; juzga los deseos e intenciones del corazón.     

EVANGELIO.
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 18, 1-8.

En aquél tiempo, Jesús decía a sus discípulos una parábola para enseñarles que es necesario orar siempre, sin desfallecer.
«Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres.
En aquella ciudad había una viuda que solía ir a decirle: ´´Hazme justicia frente a mi adversario``.
Por algún tiempo se estuvo negando, pero después se dijo a sí mismo: ´´Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está molestando, le voy a hacer justicia, no sea que siga viniendo a cada momento a importunarme``».
Y el Señor añadió: «Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que claman ante él día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar.  Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?»
 PALABRA  DEL SEÑOR

HOMILÍA.

CREDO.

ORACIÓN DE LOS FIELES.

LITURGIA EUCARÍSTICA

OFERTORIO.
Canto:
Con amor te presento, Señor, lo mejor de mi vida: te presento, Señor, mi amistad; con amor te presento, Señor, para ser mi manjar la viña el racimo el trigal, el pan de mi hogar, te presento con amor.

Con mi ofrenda también yo te doy lo mejor de mis lágrimas: te presento, Señor, mi dolor, te presento, Señor, mi oración: ofertorio de amor, el grano enterrado ya es flor, la espiga, oblación, la semilla redención.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS.

PREFACIO Y SANTO.

PLEGARIA EUCARÍSTICA.

RITO DE LA COMUNIÓN

PADRE NUESTRO.

RITO DE LA PAZ.

CORDERO DE DIOS.

COMUNIÓN.
Canto:
Oh Señor delante de Ti mis manos abiertas reciben tu pan; Oh Señor, espiga de amor, llena mi corazón.

Y entre tus manos Oh Señor, guárdanos, guárdanos, dinos lo que es amor.   Y entre tus manos Oh Señor, guárdanos, guárdanos, dinos lo que es amor.  

Oh Señor, sendero de amor, mi alma en silencio escucha tu voz; Oh Señor, Maestro y Pastor, dinos lo que es amor.

Oh Señor, con fe y hermandad, mi Pueblo celebra la Fiesta Pascual; Oh Señor, en torno a tu altar, sella nuestra amistad. 

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN.

Con la fuerza de tu Cuerpo y de tu Sangre, queremos, Señor, hacer un mundo nuevo y una historia distinta, sin clases divididas, ni odios duraderos, sin animosidades, ni discordias.

Un mundo, donde nadie se vea explotado por nadie, donde los hombres se sientan próximos los unos de los otros, y todos nos podamos sentar a la misma mesa, en fraternidad.

Un mundo en el que dé gusto vivir, trabajando juntos, con espíritu de equipo, por el bien de todos.

Seguros de alcanzarlo, nos lanzamos al empeño, aún a riesgo de morir en el intento.  Ayúdanos, Señor.  

ORACIÓN.

RITO DE CONCLUSIÓN.

BENDICIÓN Y DESPEDIDA.

Canto.
Tú eres el Dios que nos salva, la luz que nos ilumina, la mano que nos sostiene y el techo que nos cobija.  La mano que nos sostiene y el techo que nos cobija.

Te damos gracias, Señor.  Te damos gracias, Señor.  (Bis)

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